El Refranero popular de la lengua española (n)

  Nadie puede ver ojos bonitos en cara ajena

  Nadie quiera de lo ajeno más de lo que quisiera el dueño.

  Nadie remienda un vestido viejo, con un pedazo de vestido nuevo

  Nadie sabe bien su oficio si no lo toma por vicio.

  Nadie sabe como esta el fondo de la olla solo el cucharón

  Nadie sabe de la sed con que otro bebe.

  Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

  Nadie sabe lo que tiene, si tiene quien lo mantiene.

  Nadie sabe lo que vale un duro, hasta que no lo pide con apuro.

  Nadie sacia su apetito, con sólo huevo frito.

  Nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que no truena.

  Nadie se acuerda de Santa Rita hasta que truena.

  Nadie se acuesta sin aprender cosa nueva.

  Nadie se alabe, hasta que acabe.

  Nadie se apresura para pagar y si todos para cobrar.

  Nadie se hace calvo en un rato, sino paso a paso.

  Nadie se mira su moco, poro sí el que le cuelga al otro.

  Nadie se muere dos veces

  Nadie se muere hasta que Dios quiere.

  Nadie toma lo que no le dan.

  Nadie va al abogado que venga desconsolado.

  Nadie, ladrando a la luna, alcanza amor ni fortuna.

  Nadie, nadie se conmueve, por la sed con que otro bebe.

  Naipes, mujeres y vino, mal camino.

  Naranjas y mujeres, den lo que ellas quisieren.

  Navegar contra el viento es perder el tiempo.

  Nazca mi hijo varón, aunque sea ladrón.

  Necio es quien con necios anda.

  Necio es quien piensa que otro no piensa.

  Necio por natura y sabio por lectura.

  Necio que sabe latín, doble rocín.

  Necios y gatos son desconfiados.

  Necios y porfiados, hacen ricos a letrados.

  Negocio que no da para llegar a las diez, mal negocio es.

  Negocios de puercos, puerco negocio

  Ni "arre" que corras ni "so" que te pares.

  Ni a pícaro descalzo, ni a hombre callado, ni a mujer barbada les des posada.

  Ni a un sordomudo completo, debes confiar tu secreto.

  Ni abril sin flores, ni juventud sin amores.

  Ni adobo sin ajo, ni campana sin badajo, ni viudita sin su majo

  Ni al caballo corredor, ni al hombre rifador dura mucho el honor.

  Ni amigo burgalés, ni cuchillo cordobés.

  Ni amigo reconciliado ni cordero dos veces asado.

  Ni amor forzado, ni zapato apretado

  Ni amor reanudado ni chocolate recalentado

  Ni amor sin comer, ni vestido de gala sin otro tener.

  Ni arroz pasado, ni guiso ahumado.

  Ni arroz pegado, ni guiso ahumado.

  Ni asno rebuznador, ni hombre porfiador.

  Ni ausente sin culpa ni presente sin disculpa.


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