Santa Iglesia Prioral Basílica Catedral de las Ordenes Militares de Santa María Del Prado
Datos del edificio
Tipo de Monumento: Catedral, Basílica
Periodo: Siglo XIII-XIV
Dirección: Paseo del prado, s/n
Horario: Laborables: De 11:00 a 13:00 y de 18:00 a 20:00 horas. Festivos: De 11:00 a 11:45 y de 18:00 a 20:00 horas en invierno. A partir de las 19:00 horas en verano.
Santa Iglesia Prioral Basílica Catedral de las Ordenes Militares de Santa María Del Prado
Visitar y valorar con pleno sentido una Catedral exige integrar dos marcos de referencia: el teológico y el histórico-artístico. Sólo teniendo presente el significado teológico de la Catedral como Iglesia de la "Cátedra del Obispo", se pueden entender muchos de sus elementos y distribución dentro, claro está, de una perspectiva histórica y estilos artísticos en sus realizaciones plásticas. Sólo situándose en la historia del surgimiento de la Catedral, objeto de visita, se pueden valorar esos elementos, fruto de la simbiosis, matizada por el discurrir del tiempo, entre Catedral y Ciudad que, al reflejarse en su paisaje, se convierte en referente obligado de la identidad de la Ciudad. La construcción de las Catedrales ha estado íntimamente ligada al desarrollo de las ciudades en los países de tradición cristiana. Las Catedrales, pues, con y desde su expresiones plásticas, hablan, en definitiva, de la presencia de la Iglesia en el mundo, de la relación del ministerio episcopal con la ciudad. En este marco de referente teológico y de obligada remisión a su nacimiento histórico, como simple parroquia inicialmente, se puede entender la peculiaridad de nuestra Catedral, con sucesivas transformaciones, en contraste con la grandiosidad, suntuosidad y fuerza de otras Catedrales de Castilla La Mancha, pero con su inigualable adaptación para la celebración litúrgica, especialmente después de diversas obras de consolidación, redistribución de espacios y de acomodación a lo exigido por el Concilio Vaticano II (1963-1976).
Construcción
Según la tradición popular el primer edificio fue construido en el lugar que ocupaba el prado, cercano a Pozuelo Seco, donde se apareció la Virgen del Prado a los lugareños en 1088.
La Iglesia de Santa María del Prado, primero parroquial (S.XIII-XIV), posteriormente Prioral (1875), con obligadas y profundas adaptaciones a su nueva función, Basílica (1967) y hoy Catedral (1980), es el resultado de la ampliación en los siglos XV y XVI, con licencia de construcción del Cardenal Arteaga (1553), de la primitiva del siglo XIII o XIV, de la que quedan en la fachada de poniente tres rosetones (dos visibles sólo por el interior, en el Coro Alto) y la puerta primitiva, una ventana ojival en la fachada del Prado, cegada por la Sacristía vieja ( visible por el interior, nave) y los muros laterales y de poniente. El corte que se observa a la altura de la Capilla Penitencial y del Santísimo, señalaría hasta dónde llegó el templo primitivo.
El edificio actual fue realizado en el siglo XVI, y en él se pueden apreciar, esencialmente, elementos constructivos del Gótico, con incorporaciones posteriores del Renacimiento y del Barroco como es el caso del Camarín de la Virgen y de la Sacristía.
Descripción física exterior
El edificio tiene tres partes bien diferenciadas que dan personalidad a nuestra catedral:
- Puerta del Mediodía: Es la puerta principal del edificio, ya que al abrirse al Prado es la que permite un mejor acceso a la Catedral. Aunque en el momento de su construcción pudo tener un aspecto similar al actual, ésta ha variado por las diversas restauraciones y añadidos a las que se le ha sometido. En la actualidad aparece enmarcada entre pilastras, y en lugar central un escudo con las cuatro cruces de las Ordenes Militares (Calatrava, Santiago, Montesa y Alcántara).
En la fachada se conservan elementos decorativos valiosos con desigual estado de conservación. Se recogen algunos detalles:
La portada, probablemente del siglo XVI presenta tres arquivoltas de medio punto apoyadas en jambas de columnitas. El arco conopial que la remataba desapareció en las sucesivas modificaciones que ha sufrido el templo. En el tímpano adintelado, encontramos un relieve moderno de Cruz Solís representando a María, Madre de la Iglesia.
Detalle de la de oración de la esquina de la fachada (izquierda)
Detalle ventana renacentista desde el exterior.
Detalle de la decoración de la esquina de la fachada (derecha)
- Puerta del Perdón (poniente): Es del siglo XIII-XIV, su antigüedad ha planteado controversias e incluso, basándose en la situación desordenada que presentan algunas de las dovelas que configuran la portada, se ha llegado a pensar que esta puerta pudiera pertenecer a un templo anterior y que fue reutilizado para formar parte de nuestra catedral. Dentro del conjunto de esta portada también es importante destacar el rosetón que la corona y que para muchos presenta grandes similitudes con el de Alarcos.
- Puerta del Norte (Umbria): Fue construida a comienzos del siglo XVI. En un principio tenía un arco ojival conteniendo otro adintelado y flanqueados ambos por graciosos pináculos. Al igual que la puerta del mediodía ha sufrido remodelaciones que la han dejado con el aspecto que presenta en la actualidad. El tímpano muestra en relieve moderno el escudo de D. Juan Hervás (noveno Obispo Prior), con alusión en la leyenda a sus intervenciones en el Vaticano II para la declaración de María Madre de la Iglesia. Es obra de Cruz Solís. Todo ello bajo un arco de refuerzo levantado en el siglo XIX.
- La fachada este (camarín): Desde aquí podemos observar los ventanales góticos del ábside, actualmente cegados; así como la ventana exterior del Camarín, obra del artista Ángel Andrade, de estilo renacentista y realizada en 1918. La imagen de la Virgen del Prado puede ser vista desde el exterior de la Iglesia, a través de dicha ventana, ya que queda iluminada y expuesta a la veneración de los fieles durante la noche al cerrarse el templo.
Detalle invocación a María.
Detalle ventana fachada
En el patio interior que rodea la capilla de acceso al Camarín se conservan piezas de interés como el Rosetón y la Gargola que se recogen
Al hacer esta breve descripción del exterior de este templo no podemos olvidarnos de mencionar la magnífica y soberbia torre que domina todo el conjunto del tempo parroquial, se levantó otra en 1625. Afectada por el terremoto de Lisboa de 1755, hubo que demolerla (1780). Así, entre 1817 y 1835, con proyecto de Joaquín Toconiz, Joaquín Romero levanta la actual torre - campanario, sobre la antigua demolida, encontrándose curiosamente, según éste arquitecto, con una torre interior y otra envolvente.
La torre actual alcanza una altitud de 62 metros y está rematada por una cúpula de escamas de colores y linterna de principios del siglo XX (1901), que sustituyó al chapitel clásico de pizarra.
Ha sido recientemente restaurada en profundidad (1983-86), por peligro de desplome, construyéndose una sólida torre interna de hormigón a la que se cosió la exterior. También se reparó la cúpula.
Interior
El templo es de una sola nave de elevada altura, sus dimensiones son: 34 metros de altura, 53 metros de longitud y 18 metros de ancho, resultó de la supresión de los arcos y muros que separaban las tres naves de la Iglesia primitiva, de la elevación de los muros exteriores, de la ampliación por el este con la construcción de un nuevo ábside gótico pentagonal, con cinco grandes ventanales de fina tracería (tres tapados ahora por el retablo) y bóveda lateral.
Su construcción se inició por la Puerta del Perdón, (fachada oeste), por lo que el ábside es la parte más moderna del edificio. Es poligonal y está cubierto por una gran bóveda de nervios que se unen en la clave, la cual tiene forma de florón dorado colgante. En cinco de sus lados tuvo grandes ventanas, tres de las cuales en la actualidad se encuentran tapiadas por el retablo.
La cubierta de la nave está formada por tres grandes bóvedas de crucería, dos de las cuales, las más próximas a los pies, fueron cerradas por Antonio de Ecija en el año 1500, y la tercera se terminó de construir en 1514, cuyos arcos se apoyan en medias columnas adosadas. Tradicionalmente en estas bóvedas ondeaban diversos estandartes reales, que tras su utilización en la coronación de los reyes eran donados a esta iglesia, y permanecían allí hasta que, con el paso de los años, terminaban por caerse.
En cada clave de las bóvedas se sitúan los escudos de las cuatro órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.
En el Presbiterio, modificado en numerosas ocasiones, se pueden apreciar cinco ventanales góticos, dos de los cuales quedan adaptados, a principios del siglo pasado (1908) , suprimiendo su fina tracería, para dos vidrieras que representan: una, la Inmaculada ; la otra, la figura de cuerpo entero con ornamentos sagrados de un Santo Padre. Ambas bajo templete neogótico, adornado su gablete con el Sagrado Corazón de Jesús. Han sido recientemente restauradas (1998). Los tres ventanales restantes se encuentran cegados detrás del Retablo.
Debajo podemos admirar dos tablas renacentistas de gran valor procedentes del antiguo retablo de S. Miguel y atribuidas por algunos a Berruguete. Representan una, al Apóstol San Juan y la otra al Arcángel.
En el centro de la nave principal se sitúa la losa sepulcral de Don Narciso Esténaga (Séptimo Obispo Prior de la diócesis + 1936).
Retablo Mayor
Una vez dentro del templo, aparte de la elevada altura de su única nave, es de destacar el espectacular Retablo Mayor que por su belleza e importancia ha sido reconocido Monumento Nacional.
Corrían los primeros años del S. XVII (1606) cuando Juan de Villaseca, ciudarrealeño residente en Méjico y secretario del virrey de México decide emplear parte de su riqueza en mandar realizar un retablo para la Virgen del Prado, a la que procesaba una gran devoción. De esta forma, en 1610, Villaseca concede poderes a Antonio de Rojas para que se encargue de organizarlo todo y así poder llevar a cabo esta obra.
En 1612 se contrataron las obras con el escultor Giraldo de Merlo, con proyecto de Andrés de la Concha (tracista) y con ejecución de pintura y estofado de Juan Hasten y Critóbal y Pedro Ruiz Elvira, por otro lado, también se contrató la traída de las maderas necesarias de la sierra de Reillo en la provincia de Cuenca. El retablo quedó definitivamente concluido en 1616.
El retablo está formado por predella, tres cuerpos, y sobre ellos un coronamiento. Verticalmente se encuentra dividido en tres calles con intercolumnios dobles. Los cuerpos presentan alternancia de órdenes, Dórico, Jónico, Corintio y Compuesto en el coronamiento.
El programa iconográfico del retablo es netamente Mariano en los relieves, con figuras de diferentes santos en las hornacinas y todo él presidido por la imagen de la Virgen del Prado.
Consta de cuatro cuerpos (A, B, C, D) con una predela o zócalo (Z) y siete calles.
Los relieves frontales de la predela (Z) representan escenas de la Pasión: La Oración del Huerto (1), Jesús ante el Sanedrín (2), Flagelación (3), Coronación de espinas (4), El Encuentro de Jesús con su Madre (5) y la Piedad (6). Flanquean estas tablas figuras de talla y medio relieve que representan respectivamente a : Santa Ana, San Lorenzo, San Esteban, La Magdalena, San Sebastián, San Nicolás de Bari, San Roque y San Blas.
San Nicolás de Bari
San Lorenzo
Caridad
En el primer cuerpo (A), de orden dórico, se sitúan: el Apóstol Santiago (7), La Anunciación (8), San Pedro Apóstol (9), San Pablo (10), La Visitación (11) y San Andrés Apóstol (12). Los apóstoles en talla exenta y completa, las escenas en altorrelieve. Sobre cada uno de los apóstoles se encuentran los Padres de la Iglesia Latina: San Agustín (13), San Gregorio (14), San Jerónimo (15) y San Ambrosio (16).
En el segundo cuerpo (B), de orden jónico, se hallan: San Felipe, Apóstol (17), La Adoración de los Pastores (18), San José (19), trono de la Santísima Virgen del Prado-patrona de la ciudad(20), San Juan Bautista (21), La Adoración de los Reyes (22), San Bartolomé Apóstol (23). Sobre ellos las antiguas mártires: Santa Catalina (24), Santa Bárbara (25), Santa Inés (26), y Santa Lucía (27). Las imágenes de talla exenta de estos dos cuerpos sustituyen a las originales destruidas en 1936. Son obra de Rausell Montaña y Llorens Ferrer (1950).
El tercer cuerpo (C), de orden corintio, lo forman : Santo Tomás Apóstol (28), Presentación de Jesús (29), San Judas Tadeo Apóstol (30), La Coronación de la Virgen (31), San Simón Apóstol (32), Imposición de la Casulla a San Ildefonso (33), Santiago, El Menor (34). Sobre los Apóstoles los fundadores de órdenes religiosas: San Benito (35), San Bernardo (36) San Francisco de Asís (37) y Santo Domingo (38).
En el cuarto y último cuerpo (D), de orden compuesto o mixto, se sitúa el Calvario (39)al que le faltan las imágenes de la Virgen y de San Juan, destruidas en 1936. El Cristo, de García Coronado no es el original, también destruido en dicho año. Los escudos representan: a San Miguel con las virtudes cardinales de la Prudencia y la Justicia (40); al Ángel Custodio de la ciudad con las virtudes de la Fortaleza y la Templanza (41).
Sobre el Calvario, El Padre Eterno y, en sus lados, las virtudes teologales: la Fe y la Esperanza y, rematando finalmente, la Caridad (42). Faltan en este cuerpo las imágenes de los Evangelistas destruidas igualmente en 1936.
Hoy en día se está acometiendo la restauración, por el Instituto Nacional de Restauración del Ministerio de Cultura.
Virgen del Prado y Camarín
Por otro lado, también en el interior del templo es de destacar la escalera y el Camarín de la Virgen, este último del más puro estilo barroco.
La venerada imagen de la Virgen del Prado, Patrona de la ciudad, tradición que se remonta a tiempos de Alfonso VI, es sustitución de una talla románica sobrevestida, con el Niño sentado sobre ambas rodillas cara al pueblo, desaparecida en 1936. La actual imagen es obra de Rausell y Llorens (1950). Sustituye, por deterioro de la madera, a la de Vicente Navarro (1940), policromada por el pintor manchego Carlos Vázquez.
El Camarín de la Virgen, construido a finales del siglo XVII por encargo de Felipe Muñoz, contador de Hacienda, es de planta cuadrada cubierta por una cúpula de decoración barroca. Por la noche, la imagen de la Virgen se orienta hacia la ventana que da al exterior para que se pueda contemplar desde la calle por los fieles.
En la escalera de acceso se contemplan escudos e inscripciones que recuerdan acontecimientos notables, como la visita de la reina Isabel II, San Antonio Maria Claret,.....
Coro Capitular
El Coro Capitular, tallado en 1960 por los hermanos Cruz Solís, ubicado dónde estuvo la valiosa sillería churrigueresca y Sillón Prioral de Uclés, desaparecidos en 1936, consta de la Cátedra del Obispo y veinticuatro situales decorados con relieves, representado a distintos santos, vinculados a la Diócesis o devoción de los capitulares que los costearon:
Evangelio - Epístola
Cátedra del Obispo:
San Juan Bautista y escudo del Obispo Hervás (E).
La Cátedra del Obispo se encuentra en el corazón mismo de la comprensión de la Iglesia local. De ahí que cuando no hay obispo en una Diócesis, se hable de que la Iglesia Diocesana se encuentra "sede vacante".
Esta dimensión simbólica de la Cátedra Episcopal la ha expresado el arte cristiano de múltiples maneras.
La realización que recoge el detalle es un modo, dentro de su sencillez, de expresar esta simbología.
- Dirección evangelio: San José (1), San Aurelio de Córdoba (2), San Onofre (3), San Juan de Avila (4), San Ildefonso (5), San Antonio de Padua (6), San Audaz (7), Santa Julita (8), Santa Teresa de Jesús (9), San Juan de la Cruz (10), San Juan Bautista de la Concepción (11), Beato Fernando de Ayala (12).
San José
San Raimundo de Fitero
- Dirección epístola: San Raimundo de Fitero (1), San Pedro Apóstol (2), San Pascual Bailón (3), San Francisco Javier (4), Santo Ángel de la Guarda (5), Santo Tomás de Villanueva (6), San Pío X (7), San Francisco de Paula (8), Santo Tomás de Aquino (9), San Fernando (10), San Antonio María Claret (11), San Vicente Ferrer (12)
Coro alto y órgano
A los pies de la nave, se encuentra el Coro de los Cantores y del órgano. Está sostenido por tres arcos: carpanel el del centro, que comunica con la puerta primitiva, y los ojivales de los lados. La sillería es parte del coro capitular, de formas góticas, que sustituye al desaparecido en 1936. Se ubica en este lugar la parte más decorada, al instalarse el actual Coro Capitular, de los hermanos Cruz Solis, en el presbiterio (1960), pasando la parte más sencilla a la Sala Capitular.
El órgano
El órgano, originariamente, sustituye al destruido en 1936. Es de factura nacional, "Organería Española",con dos teclados de manos y otro de pedales; con 5000 m de cable conductor emplomado, 250 electroimanes y 1000 contactos telefónicos. Se compone de 2000 tubos sonoros, en longitudes desde 7 milímetros a 5 metros. Fue inaugurado en 1946 con un concierto a cargo del maestro Guridi.
La Restauración del órgano
Recientemente ha sido restaurado en profundidad (a 2001) por los organeros Hermanos Orta, centrándose en el cambio de secretos, la digitalización del sistema de transmisión y mejoras en brea tubería. Se han construido nuevos secretos de mayores dimensiones y válvulas individuales para cada tubo, con una nueva reubicación de la tubería. La restauración de la tubería del según teclado ha sido íntegra abre igual que los graves del primero y pedal. Se ha incorporado nuevas tubería como los tiples Flautado 8p, Flauta armónica 8p y Bordón 8p, con otros juegos completos como la Octava, Lleno 3h, Corneta 5h y Trompetería Batalla.
Fue inaugurado, tras su restauración, el día 15 de octubre de 2001 con un concierto del maestro Lefebvre, organista titular brea catedral de Nótre Dame de París.
Capillas
Capilla del Santísimo
A la izquierda de la nave, se abre la Capilla del Santísimo, dedicada a Sto. Tomás de Villanueva, Patrón de la Diócesis, levantada a principios del siglo XX (1900), con legado del canónigo Montes de Oca, que está sepultado en ella. El retablo, donativo del Deán Jiménez Manzanares, es de Bravo Nogales y se hizo en 1955 con ocasión del IV centenario de la muerte de Sto. Tomás. El santo ocupa la hornacina central y las laterales corresponden a los otros santos de la diócesis: S. Juan de Ávila y S. Juan Bautista de la Concepción. Las vidrieras representan escenas de la vida de Sto. Tomás. En la pared izquierda, óleo de J. Vicente Ribera (siglo XVI) : Milagro de S. Francisco de Paula, y otros lienzos de menor importancia.
Detalle de la mesa de altar.
Capilla Penitencial o del Cristo
Confrontada con la anterior, se abre la Capilla Penitencial, anterior Capilla del Sagrado Corazón de Jesús. Levantada igualmente a principios del siglo XX por el Obispo D. Casimiro Piñera (cuarto Obispo Prior, +1904) que fue sepultado en ella. En la misma, se encuentra también, el sepulcro del Obispo D. Emeterio Echeverría (octavo Obispo Prior, + 1954).
Las vidrieras representan a S. Miguel y S. Fernando. Los relieves laterales, alusivos a la penitencia (Jesús Resucitado da a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados y Jesús acogiendo a personas de la actualidad), son obra de Faustino Sanz (1967). Aquí se venera el nuevo Cristo de la Piedad, talla de Castillo Lastrucci (1947). Sustituye al de García Coronado, que reemplazó al original desaparecido en 1936, atribuido según algunos, a Giraldo de Merlo. Sobre el Cristo, una bella tabla renacentista del siglo XVI con el Descendimiento.
Capilla de la Viergen de los Dolores
Bajo el Coro Alto, a la izquierda se sitúa la Capilla de la Virgen de los Dolores, con retablo barroco dorado del siglo XVI. La talla obra de Castillo Lastrucci (1940) sustituye a la desaparecida en 1936 atribuida según unos a Salcillo, y según otros a Martínez Montañés. En ella se encuentra sepultado el Obispo D. Juan Hervás (noveno Obispo Prior, + 1977).
Sacristía
A principios del siglo XVIII, dentro del estilo Barroco, se construye la Sacristía de la Catedral. Esta es de planta cuadrada, y la cubierta está formada por una cúpula sobre pechinas y linterna. En ella aparece una profusa decoración de grandes hojas carnosas que se enrollan entre sí.
La Sacristía Vieja
Una puerta renacentista, situada en el lateral derecho de la nave, comunica con la Sacristía Vieja, en lo que es el primer cuerpo de la torre sur(inacabada) que no pasó del segundo cuerpo.(1551) En ella existe una pila bautismal de piedra tallada, probablemente del antiguo templo parroquial. En un futuro próximo albergará el Museo Catedralicio.
Vista de lo bóveda de crucería con terceletes y decorada con motivos renacentistas.
Magnífica ventana renacentista de la fachada del Prado, desde el interior de la estancia.
Vista de la escalera de acceso a la sala
El segundo cuerpo, lo ocupa una sala de elegante bóveda de nervios, con un ventanal que se abre hacia el Prado y escalera de acceso de caracol.
Vista de lo bóveda vaida nervada con losas de pieza caliza colocadas en forma concéntrica.
La Sacristía Nueva
Junto al presbiterio se ubica la Sacristía Nueva, construida en 1632, de planta octogonal y cubierta con cúpula barroca decorada en escayola y rematada por una linterna. En las pechinas, se sitúan óleos con los Padres de la Iglesia Latina, (actualmente en restauración por el CES de la Diputación) , San Ambrosio, San Agustín, San Jerónimo y San Gregorio. En los ángulos de las paredes encontramos cobres con motivos de la Pasión. Se ubica en ella también, sobre la cajonería, un bello óleo en cobre del siglo XVIII representando el Calvario y dos bellos espejos.
Detalle de S. Ambrosio en Restauración
Sala Capitular
Un artístico armario barroco, con alguna talla, dividido en catorce departamentos superiores y cuatro inferiores, procedente de Uclés, panela un lateral de la antesacristía, la cual da paso a la Sala Capitular, antigua Capilla de los Dolores.
Llaman la atención las cerraduras, herrajes y tiradores cóncavos con su superficie adornada con flores, símbolos marianos y diversos motivos heráldicos. Este armario hace juego con la puerta armario de la Sacristía nueva, también decorado con flores, máscaras y cruz-espada santiaguista.
La sillería, muy sencilla, es parte de la colocada en elCoro Alto (1960)
Detalle capitel de la Sala
Sillón de cadera decorado con Cruces de las Ordenes Militares y Virgen del Prado, situado en la presidencia de lo sillería.
La Sala Capitular es de planta cuadrangular, con bóveda de crucería, con terceletes con claves decoradas con motivos heráldicos v vegetales.
Preside la Sala un cuadro representando a Santo Tomás de Villanueva (siglo XVIII), copia anónima de Murillo. Además se encuentran distintos óleos con motivos religiosos y de algunos de los Obispos Priores.
Merece atención una bella litografía alusiva al capítulo general de los órdenes Militares celebrado en esta Iglesia Prioral, presidido por S. M. en su calidad de Gran Maestre de las órdenes Militares.
Bienes muebles
Desgraciadamente los expolios sufridos en difíciles circunstancias históricas, impiden que el museo de la Catedral tenga la riqueza que aunque no comparable a la de otras Catedrales de la región, tuvo en el momento de su creación como Priorato de la órdenes Militares.
Con motivo de erigirse canónicamente el Priorato de las Cuatro órdenes Militares por la Bula "Ad Apostolicam" de Pio IX expedida el 18 de noviembre de 1875, el monasterio santiaguista de Uclés, donó los bienes de mayor interés cultural que poseía esta Iglesia Prioral Basílica Catedral, muchos de los cuales desparecieron en 1936.
Reseñamos, no obstante, las piezas existentes de mayor interés:
Portapaz original de Uclés
Un retablo plasteresco de bronce dorado esmaltado (45x16 cm), obra de Francisco Becerri platero de Cuenca, encargada en 1565 por los caballero de la Orden de Santiago para la casa madre de Uclés enmarcaba una piedra dura, desde siempre reconocida como obra bizantina medieval así descrita: "Ay u
portapaz de una esmeralda esculpida en ella la ystoria a quando bajo nuestro Señor a los ynfiernos con quattro (...) e treze piedras que es muy rica pieza e pesa 3 marcos medio e dos onzas".
Detalle de las piezas recuperadas
Se trataba de un relieve en una pieza dura, mu posiblemente serpentina, de forma rectangular (10 x 8 cm), con fractura antigua en el marco inferior izquierdo que representaba el tema de la Anástasis o Bajada d Cristo a los infiernos, según la inscripción que rezaba en la parte superior: H.ANACTACIC.
De esta bella pieza, actualmente, sólo se conseva catorce elementos. Fueron devueltos a la Catedral e 1987 por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha que, después de varias gestiones, las había recuperado.
Montaje de las piezas recuperadas
Terno y Capa Pluvial
Terno y Capa Pluvial de Uclés. Tissu con bordados de oro y plata.(1772).
Debajo del capillo de la capa pluvial se lee: "Michael Molero, Toletanus Fecit, Toleti. Anno. 1772"
Terno
Capa Pluvial
Capa Pluvial con capillo
Libros Corales de Uclés
En pergamino con pinturas miniadas. (S XVI)
Donaciones
La importancia de este templo, mejor dicho la gran devoción que la Virgen del Prado ha despertado en nuestros reyes desde antaño ha sido muy grande y prueba de ello lo tenemos en las donaciones que algunas personas reales han hecho a esta Catedral.
Así en 1242, según cuenta la leyenda, el rey Santo tuvo a bien donar una campana que posteriormente fue refundida en el siglo XIX, por otro lado también se dice que el rey Juan II donó el Palio con el que fue recibido en nuestra ciudad.
El Prado
La catedral se haya rodeada por un bonito conjunto de jardines y paseos que realzan su belleza, pero esto no fue desde sus comienzos así. Según parece la situación de todo el entorno de la catedral era tan pésima que ya en el año 1620 muchas mujeres de nuestra ciudad deciden, por su cuenta y riesgo, plantar y criar una arboleda que hiciera de este lugar un sitio más agradable.
Posteriormente, en el año 1770, don Isidoro de Madrid decide llevar a cabo una nueva reforma que será apoyada por personajes tan importantes como el Arzobispo de Toledo que dio la piedra para construir su gradería, de esta forma en 1792 el Prado queda convertido en un entorno digno para nuestra Catedral que será completado con otras reformas como las referentes al empedrado de sus alrededores con canto portugués o la pavimentación de los paseos del Prado, obra esta realizada a comienzos de los años sesenta.