Casa del Poblador de Ciudad Real

¡LA CASA DE LOS POBLADOR VA A SER DESTRUIDA!

(La única portada plateresca desaparecerá)

Casa del Poblador de Ciudad Real

A esta noble casona de la antigua calle de los Infantes de Ciudad Real, le ha llegado la hora temible de su muerte. La hora-tiempo del "progreso urbanístico". La vieja casona de los Poblador tiene sus horas contadas; la pala y los picos la acechan; la venganza de la modernidad la han venido acosando desde hace varias décadas; los duendes ineptos de la especulación se frotan las manos antes de su eliminación total.

Tanto los políticos como los historiadores, y algunos conciudadanos se cruzan de brazos, ante estos atentados contra el Patrimonio de una ciudad carente totalmente de arquitectura civil antigua, la indiferencia, la frialdad, la cobardía, han dado paso a los sin razón, a los especuladores, a los terroristas del pasado de la historia y de las traiciones, legados de nuestras generaciones pasadas.

Todos somos los responsables del macroespolio que desde la mitad del siglo XX hasta hoy, ha sufrido Ciudad Real. Nosotros hemos consentido, autorizado y dado curso legal, con nuestro silencio encanallado a tanta barbarie demoledora.

Casa del Poblador de Ciudad Real

Si se destruye la casa de los Poblador, se reincidirá en un nuevo saqueo histórico-artístico, se hará desaparecer sin ninguna piedad ni misericordia un elegante testimonio de lo que fue en tiempo una gran ciudad.

Personas, interesadas, han hecho desaparecer las huellas de siglos, y uno a uno, han sido amasacrados los palacios, las torres, las murallas, las puertas de acceso a la ciudad, los conventos los artesonados todo cuanto era estorbo material a los desaprensivos del patrimonio y a sus afanes de ansiedad especulativa que han multiplicado por mil sus caudales. Los ciudadrealeños han asistido impasibles a toda esta masacre urbanística, como si la vieja ciudad fuera "res nullius", con esa frialdad que tanto nos define por excelencia, haciendo honrosas excepciones como no en los cronistas-historiadores y humanistas; Profesores Julián Alonso Rodríguez y Emilio Bernabéu Novalbos.

Hoy, no queda ni tiempo para reflexionar sobre qué hemos hecho con Ciudad Real, con su pasado, con su historia o con sus señas de identidad. Los muros de la casa de los Poblador, saben que los dientes de la pala no perdonan, y que sus hermosos artesonados de madera en los techos de las plantas inferiores y superiores en esta semana serán reducidos a astillas, y que la magnífica puerta labrada en curiosa piedra de sillería de estilo plateresco, desaparecerá de nuestra vista para siempre, en la calle de los Infantes, a la que el propio escritor español Gabriel Miró denominó de la Herrería de la Cuesta, en su obra de Niño y Grande. Pero si todo ocurre y se consuma, nos producirá una rabia incontenible, un dolor por lo perdido.

Sólo puedo decir, que la vieja casona de los Poblador, está sentenciada a muerte en un juicio sumarísimo de urgencia por el terrible delito de ser patrimonio de todos.

Señores políticos, ustedes mueven ficha.

Casa del Poblador de Ciudad Real

JOSÉ LÓPEZ DE LA FRANCA Y GALLEGO

Diario Lanza, 3 de Junio de 1998

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