Ciudad Real esta asentado sobre substrato calizo, provocando con las aguas, cuevas y hendiduras en el terreno. Desde tiempos antiguos las vivienda contaban con cueva o bodega, en la que fundamentalmente se almacenarían determinados productos más perecederos, aunque en ocasiones también se utilizaban para la elaboración y/o almacenamiento del vino. También se excavaban pasadizos que unían edificios de la población. En Ciudad Real de siempre se ha sabido de la existencia de cuevas o grutas que unían edificios religiosos, pero el paso del tiempo y la especulación inmobiliaria los ha suprimido.
José Golderos Vicario nos relata en su libro "CIUDAD REAL. SIETE SIGLOS A TRAVÉS DE SUS CALLES Y PLAZAS, 1245-1945", refiriendose al ALCÁZAR REAL:
"Los Reyes Católicos residieron en algunas ocasiones en el Alcázar e hicieron donación del mismo en 1475, a don Fernando de Cervera, natural de Ciudad Real y aposentador de sus altezas. Sabemos que este palacio poseía unos subterráneos, que por los años de 1950 fueron lodados. Eran estas unas cuevas amplísimas, muy interesantes geológica e históricamente, de lisas paredes veteadas por estratos cuaternarios horizontales, de diversos colores, y con inclusiones de cenizas y bombas volcánicas, con techos planos por haberse construido aprovechando esa horizontalidad perfecta de los estratos."
Restos arqueológicos en la calle Granada, junto al Alcázar
Durante la Guerra Civil durante los bombardeos los vecinos utilizaban los sótanos y cuevas de las viviendas, entonces muy frecuentes.
En 1974 se emprendió la urbanización del Torreón del Alcázar, descubriéndose multitud de cuevas, pero en esa época de nuestra historia, el valor histórico no era importante, al igual que las cuevas descubiertas por la calle Libertad, en el barrio Judío.
Recientemente con el enterramiento de los contenedores de basura se han vuelto a desenterrar algunas entradas a cuevas, que según medios competentes, no tenían valor arqueológico, aunque causaron un gran revuelo en los medios de comunicación y opinión pública.
El famoso y extinguido palacio del Chantre de Coca, también disponía de una cueva.
Los descubiertos en el antiguo Convento de los Mercedarios, aunque hablando con la gente, todos tenían conocimiento de su existencia.
En el 2005 se empezaron las obras del aparcamiento subterráneo en el Torreón y han aparecido algunos restos de cuevas, justo en la zona ciudarrealeña que mas túneles se han descubierto, inmersa en la zona donde se ubicaba el antiguo Alcázar Real. ¿Existe algún estudio de los hallazgos o valoraciones de las cuevas? ¿algún día la opinión pública tendrá conocimiento de ello?.
El historiador e investigador Antonio José Martín de Consuegra Gómez, preocupado por el Patrimonio de Ciudad Real, ha confeccionado un plano con los túneles, cuevas y pasadizos encontrados en Ciudad Real y ha realizado algunas fotos de las cuevas descubiertas el 3 de Enero del 2006 en el Torreón.
Los hallazgos encontrados confirman que dichas cuevas son de época mudéjar y que la exploración arqueológica que se ha realizado en los últimos días ha aumentado la importancia del yacimiento, en el que ha salido a la luz un maravedí de la época de Felipe III, así como casquillos de balas y restos que permiten saber que estas antiguas galerías fueron utilizas también durante la guerra civil de 1936.
La galería principal, inicialmente de 15 metros de longitud de tres metros de altura y dos de ancha y con dos salidas secundarias a cada lado, la mayor parte de este complejo subterráneo está excavado en roca volcánica.
LA RED DE GALERÍAS SUBTERRÁNEAS DE CIUDAD REAL
La red de galerías subterráneas de Ciudad Real, conocida popularmente como las “Cuevas”, consiste en un entramado de cuevas naturales, galerías y pasadizos excavados estos últimos por el hombre aprovechando muchas veces el propio terreno Cárstico y volcánico de nuestro subsuelo.
Su origen e historia no nos han llegado. Muchas son las hipótesis, Templarios, no hay que olvidar quiénes eran los fundadores de la Orden de Calatrava, Judíos escondiendo sus pertenencias tras los disturbios y saqueos antisemitas del siglo XIV, el Santo Oficio y sus tribunales secretos, o simples comerciantes defraudadores. Sobre los Templarios no hay pruebas, pese a que se haya especulado con quién era el Don Gil que era el Señor de la Aldea que existía antes de Ciudad Real y a que en la ermita de Santa María ahora Catedral, haya posibles símbolos en la puerta del Perdón. De los Judíos, estos eran una comunidad cerrada y no muy rica en Ciudad Real, no es muy posible que hicieran esa red de galerías, además no hay noticias de que se haya encontrado ninguna en la antigua Judería de Ciudad Real. Lo del Santo Oficio ofrece algún viso de verosimilitud, pues algunas galerías, como la hallada en el año 2003 en la calle Alcántara podría conducir a la casa del Inquisidor que se hallaba algo más debajo de dicha calle en la esquina de esa con la calle Libertad.
La verdad es que se puede decir que no hay una familia de Ciudad Real que no haya visto u oído hablar de alguna Galería; algunos casos son verdaderamente llamativos, como el de aquél hombre que en 1947 durante las obras de la Barriada Vicente Galiana, pasó a través de varias galerías, algunas con puertas y escalones, desde la calle Libertad hasta la Plaza de las Terreras, de donde salió a través de las alcantarillas. Es conocida también para los habitantes del barrio de la Morería la red de Cuevas algunas con varias estancias y escaleras de acceso en la piedra que había en las calles de En medio, Lentejuela y Jara, entre otras. O las Galerías y Pasadizos que había en las calles Lirio y Refugio, ésta última llamada así desde la guerra civil por usarse la Galería para refugio antiaéreo por los bombardeos, ya que la calle se llamaba Concepción Arenal; dicho refugio existió hasta finales de los años 80. Otra muy extendida y que quizás se pueda verificar es la que dice que el Alcázar se comunicaba por un subterráneo con un bosque cercano a Ciudad Real que iba desde el actual Parque de Gasset hasta el Barrio de los Ángeles que era el camino de Miguelturra y desde allí a las cercanías del cerro de Alarcos; un pastor buscando a su perro en los años 50 del siglo pasado, en las cercanías del cerro de Alarcos, encontró una cueva y al pasar siguiendo al perro halló una red de galerías cuadradas con armas y atalajes de caballerías ya muy oxidados y llenos de polvo. Algo habrá cuando a finales del siglo XIX el obispo Hervás y Buendía en su crónica de Ciudad Real decía haber encontrado una cueva similar en las cercanías de dicho cerro.
Texto y fotografía: Antonio José Martín de Consuegra Gómez