COMERCIOS Y TIENDAS DE CIUDAD REAL EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
CALLE MERCADO VIEJO
La calle de Mercado Viejo, paralela a la de Mercado Nuevo, hoy María Cristina, es seguramente la más corta de la capital, pero muy concurrida, por ser otro de los accesos a la Plaza Mayor o de paseo al Prado viniendo de la Plaza. En la casa número 2 estaba la taberna del "Niño Gloria". En el principal estuvo muchos años el recadero Jorge Llacer "El Lladre", hombre activo y simpático, que murió el año 36. Posteriormente estuvo instalada en esa planta la Escuela Automovilística y Autos de alquiler sin chofer de Buendia.
En el número 4 estuvo mucho tiempo la taberna de Antonio "El Algabeño", una más de ese sector, pródigo en tales establecimientos. En ella se hablaba mucho de toros, entre otros temas, y sus paredes lucían siempre vistosos carteles taurinos de las ferias de la capital y provincia y algunos de Madrid y aún queremos recordar que había colgada una cabeza de toro. El vino y la cerveza eran las bebidas más corrientes en aquellas fechas, y los aperitivos el bacalao, las aceitunas y las berenjenas, cuando eran su temporada. En lugar contiguo y luego incluso ampliado en el local de la propia taberna, estuvo bastantes años la Administración y despacho de billetes de la Empresa Solis, con líneas de viajeros a distintos puntos de la provincia, antecedentes de la actual AISA. No faltará quien recuerde aún los pesados vehículos -no cambian más de dos simultáneamente- aparcados en la acera de enfrente, y la aglomeración de viajeros de los pueblos en las horas inmediatas a las señaladas para la salida de los autobuses, hasta que la ampliación de líneas obligó a don Juan Antonio Solis a trasladar la Administración a la calle de la Paloma, más amplia y con más circulación rodada por entonces.
Muchos años estuvo también, creemos que al efectuarse el antes dicho traslado, la lechería Heredia a la que sucedió luego el "Bar Aperitivo", de Vicente Calvo, que pronto se acreditó como barman, realizando posteriormente una importante reforma para convertirlo en cafetería, y ya a principios del 70 traspasó el local, instalándose un moderno establecimiento de lencería y ropa para señora con el nombre de "Ideal", propiedad de D. Maximiano Barrajón, y en la actualidad una Zapatería. En la finca siguiente, como se reseña en la calle de la Feria, estuvo buen número de años el establecimiento de comestibles "La Pajarita".
En la acera de los impares, en el número 1, estuvo mucho tiempo el llamado Cuarto de Corredores, regentado por Manuel Lorente Suárez y su misión era constrastar o controlar las pesas de los vendedores del mercado, mediante el abono de una módica cantidad, sobre unos 25 céntimos, por cada servicio prestado que en aquel tiempo era diario. Como buen número de establecimientos, también el Cuarto de los Corredores tenia un poco de tertulia -hay que tener en cuenta que había tantos bares como ahora-, pero esta tenía la particularidad de estar animada por una sonada partida de truque y según noticias de la época que también se hacían "combinaciones" de vino, limonada y melocotones. Después, en el mismo local, estuvieron la taberna del "Moscoso", el bar "La Oficina", de Alfonso Gómez, en su segunda época, la agencia de transportes "Tramer" y actualmente la Librería y Papelería "Aspa".
Y vamos con el último número de esta breve calle. En los años 14 ó 15, aproximadamente, estuvo establecido en este número 3 y en el ramo de Tejidos, don Tomás Segura Avila, al que sucedió un comercio del "patacón", antecedente de las ventas a plazo, y después otro del mismo estilo de don Antonio Ruiz Arias. Años más tarde estuvo en el local que hace esquina a Postas, el establecimiento de Uralita y saneamientos de don Diego Peris Martinez y en la actualidad está ocupado por la Farmacia Peris, primero de don Diego y a su muerte, por su hijo.