Rasgarse las vestiduras: Según las Sagradas Escrituras, era costumbre entre los antiguos desgarrarse las ropas en momentos de desconsuelo, como señal de reconocimiento de los errores cometidos. En la actualidad, se aplica como crítica a las personas que demuestran preocupación y arrepentimiento cuando es demasiado tarde.
Recoger el guante: Modismo que se emplea para indicar que una persona ha aceptado un desafío.
Su origen hay que buscarlo en el antiguo ritual de los duelos. Para desafiar o retar a un adversario, generalmente por razones de honor, el caballero ofendido arrojaba el guante. Si la otra persona lo recogía, daba a entender que aceptaba el reto.
Roma no se hizo en un día: Las grandes empresas no pueden lograrse de un día para otro, para ello, se necesitan tiempo, paciencia y sacrificio, tal como sucedió con el crecimiento de la ciudad capital del Imperio Romano.