Tipo de Monumento: Castillo, fortaleza
Periodo: Siglos IX
Dirección: Villamanrique (Ciudad Real)
Visitable: Si
Tipo de Monumento: Castillo, fortaleza
Periodo: Siglos IX
Dirección: Villamanrique (Ciudad Real)
Visitable: Si
Se trata de una fortaleza de época musulmana, situada en lo alto de un cerro de 852 metros de altura, en el margen izquierdo del arroyo de las Aliagas, en el paraje conocido como el Estrecho de las Torres, entre Villamanrique y Torre de juan Abad.
Su estado actual, francamente ruinoso, poco delata la importancia que este enclave pudo tener en su día.
En las crónicas aparece nombrado con diferentes nombres (Avensore, Feznavessore, Hisb Abu Xoray y Santiago).
Este emplazamiento ya tuvo una ocupación prehistórica, concretamente en la Edad de Bronce, como así lo atestiguan diferentes materiales encontrados en el lugar.
Fue una de las fortalezas que dominaba el Valle del Alto Guadalén y, encargada de controlar el tráfico entre la Mancha y Andalucía.
Son escasas las referencias históricas de Eznavejor en época islámica. Se sabe, gracias al historiador Dozy, que por aquí anduvo el árabe Aben Hafsum capitaneando una revuelta de moros y cristianos contra el emir de Córdoba. Hafsum fue derrotado por Valid Abdelhamid en el año 885 en Torres de Xoray.
En el año 885, el valí Abd al-Hamid vence a unas taifas de cristianos, partidarios del rebelde Aben Hafsum (Umar ibn Hafsum), en las Torres de Xoray o Joray (castillo de Eznavejor, en Villamanrique; Ciudad Real).
En el año 1031, las turbas cordobesas, dirigidas por el notable y exvisir Abu al-Hazm ibn Yahwar, que usan a otro príncipe omeya de estandarte, el joven marwaní Umayya ibn Abd al-Rahman ibn Hisham ibn Sulayman (tataranieto de Abd al-Rahman III) (cuyos sicarios asesinan al visir Hakam ibn Said en Córdoba (30 nov)), incendian el alcázar del califa Hisham III y lo expulsan (30 nov), decidiendo no substituirle ni destituirle formalmente, así como expulsar de Córdoba a todos los omeyas (incluyendo a Umayya): fin del califato de Córdoba e inicio de la fitna (secesión); esta ciudad y su territorio próximo se convierte en un estado taifa gobernado por los notables de la misma (los Banu Yahwar); Abu al-Hazm Jahwar ibn Jahwar es elegido jefe del estado (1031-43) y funda la dinastía Jahwarida (1031-69). Hisham III es conducido prisionero a las Torres de Joray o castillo de Eznavejor (en Villamanrique; Ciudad Real), pero acabará refugiándose en la zuda de Lleida (1031-36), donde lo acoge su nuevo gobernador Sulayman ibn Muhammad ibn Hud (1031-39).
En el año 1182 en uno de los avances cristianos, reinando Alfonso VIII, caen en su poder Montiel y Alcaraz y después Albaladejo, Santa Cruz y las torres de Xoray entre otros, pero esta ocupación no llegó a consolidarse ya que la derrota de Alarcos supuso la pérdida de estas plazas pasando todo el Campo de Montiel nuevamente a manos musulmanas.
En el año 1195, el califa almohade Abu Yusuf Yaqub sale de su capital, Marrakech, con un poderoso ejército dispuesto a llevar la jihad al corazón de Castilla; en el “Campamento de la Victoria” (Ribat al-Fath: hoy Rabat) les muestra a sus soldados una imagen de la mezquita de Córdoba, modelo de la de Hasan, que manda levantar en este lugar (inacabada, debido a lo ambicioso de su tamaño, la 2ª del islam), desembarca en Tarifa (Cádiz) (1 jun), supervisa las obras del castillo de Aznalfarache (8 jun), llega a Sevilla (13 jun), a Córdoba (30 jun – 4 jul) ya con 300.000 soldados (incluyendo arqueros turcos a caballo, que resultarán mortíferos), donde se le une la caballería de Pedro Fernández de Castro “el Castellano” (desnaturalizado de y enfrentado al rey Alfonso VIII), pasa a tierras castellanas por el puerto de Despeñaperros, extermina a un destacamento de la Orden de Calatrava que se le enfrenta en la explanada de Salvatierra (Ciudad Real) y cruza el Campo de Calatrava para atacar la fortaleza toledana del cerro de Al-Arak (hoy Alarcos; munic. Ciudad Real), donde derrota a Alfonso VIII (19 jul), que la estaba construyendo y poblando, por lo que sus murallas no están terminadas, y que no ha querido esperar a las tropas de Alfonso IX de León y Sancho VII de Navarra a los que ha pedido ayuda y que están de camino hacia Talavera y Toledo respectivamente. Los cristianos sufren 146.000 muertos, entre ellos los obispos de Ávila (Juan II: 1191-95) y Segovia (Gutierre Rodríguez Girón), los condes Ordoño García de Roda, Pedro Ruiz de Guzmán y Rodrigo Sánchez y los maestres de la Orden de Santiago Sancho Fernández de Lemus (1186-95) y de la Orden de Évora Gonçalo Viegas de Lanhoso (1176-95), y 30.000 prisioneros en lo que será la última gran victoria musulmana en la Península. Los musulmanes, que también han sufrido pérdidas importantes, como el visir Abu Yahya ibn Abi Hafs (1184-95), jefe de su vanguardia, y Abu Jalil Mahyu ibn Abi Bakr, comandante de los benimerín (voluntarios), rinden Alarcos, donde se había refugiado Diego López II de Haro, 2º en el mando como alférez real y jefe de la vanguardia cristiana, al que dejan marchar (con rescate) y destruyen esta fortaleza, luego ocupan diversos castillos del Campo de Calatrava, como Malagón, Benavente (cercano a Alcolea de Calatrava), Calatrava la Vieja (1195-1212), Caracuel, etc. y recuperan el castillo de Eznavejor o Torres de Joray (en Villamanrique; Ciudad Real) (1195-1213), dejando despejado el camino a Toledo, pero Yaqub regresa a Sevilla, donde toma el título de Al-Mansur Billah (Hecho Victorioso por Dios) y Alfonso, que huye a Toledo, irá perdiendo castillos y ciudades, incluyendo toda La Mancha y buena parte de la transierra castellana (1195-1212).
1213: Alfonso VIII conquista a los musulmanes las fortalezas de Eznavejor (Eznavexore o Torres de Xoray, en Villamanrique), Alhambra (Ciudad Real) (ó 1212), Alcalá del Júcar y, tras un largo asedio, Hisn al-Karas (castillo de Alcaraz) (22 may), que queda frontero, y días después las fortalezas de El Santo o Vegallera (fines may) y Riópar (Albacete). También ocupa Alcalá la Real (Jaén), que cambiará de bando varias veces hasta 1341. En el cauce del río Mundo los castillos musulmanes de Híjar (entre Férez y Liétor) y Liétor (Albacete) lograrán defender la nueva frontera durante 30 años.
1214: Alfonso VIII concede Alhambra (Ciudad Real) a la Orden de Santiago (3 jun) (1214-15), junto con sus términos de Salidiella, Alcobela y Argamasiella y comienza a construirse en aquella la iglesia de San Bartolomé Apóstol, sobre las ruinas de un templo romano. También cede a la misma Orden el castillo de Eznavejor o Torres de Joray para crear en su torno una población, pero en la práctica se instala más al sur, en el castillo musulmán que llaman de Santiago de Montizón, en la aldea de Belmonte de la Sierra, que adquirirá en el s. XV el nombre del maestre de Santiago, Rodrigo Manrique, y se conoce hasta hoy por Villamanrique (Ciudad Real).
Este privilegio se conserva en el Archivo Histórico Nacional. Es documento original escrito en latín en pergamino de piel de vaca, con emblema real y sello de plomo. Dada la importancia y antigüedad del mismo, se adjunta su contenido. Después de una breve introducción viene a decir:
" Por el presente escrito tanto a los presentes como a los venideros quiero que yo Alfonso, Rey de Castilla y Toledo por la Gracia de Dios junto con mi esposa, la Reina Leonor y con mi Señor Hijo Enrique con buen ánimo y con voluntad propia conforme al remedio de mi alma y de mis parientes y ciertamente para la salud propia hago carta de donación, concesión, confirmación y estabilidad a Dios y a la Orden del Bienaventurado Santiago y a Vos Señor García González, Maestre presente de la misma Orden y a vuestros sucesores con validez perpetúa de los Conventos presentes y futuros de los frailes de la misma orden.
Dono así mismo a Vos y concedo el Castillo el cual se dice Feznavessore (Torres de Joray) que Yo gané por la clemencia de Dios a los paganos en justicia....tomando posesión pacífica y quieta con todos sus términos, sus montes, dehesas, aguas, ríos, prados, pastos y todas sus pertenencias. Si alguno verdaderamente quebrantara esta carta o bien amenguara en alguna parte será preso, incurrirá de lleno en la ira de Dios Omnipotente y pagará mil áureos reales en seguro y restituirá el doble del daño que hiciere. Hecha la Carta en Burgos. Era MCCLII. Día 7 de Mayo, del tercer año después que Yo dicho Rey Alfonso, vencí con valor a Miramamolín Rey de Marruecos en los llanos de las Navas de Tolosa, no por mis méritos, sino por la clemencia de Dios y por el auxilio de mis vasallos. Y yo el dicho Rey A. reinando en Castilla y Toledo mandé hacer esta carta que con mano propia consolido y confirmo”. Igualmente lo confirman otros personajes.
Durante la primera mitad del siglo XIII, esta fortaleza debió ser una de las más importantes de la zona ya que en 1239 tuvo lugar una partición de tierras entre las Ordenes de Calatrava y Santiago y se hace tomando como base los Castillos de Salvatierra (Calatrava la Vieja) y Eznavejor. En el siglo XIV este emplazamiento debió ser abandonado ante el auge experimentado por la puebla de Torre de Juan Abad y la fundación del Castillo de Montizón un poco más al sur. Así en las crónicas, el lugar aparece despoblado en 1243.
Hoy su aspecto cansado parece decir poco a la historia en general, sin embargo, para nosotros, las experiencias del viejo testigo son fundamentales, ya que configuran parte de nuestras raíces, concretamente representan el mejor exponente de la dominación árabe en nuestra zona, siendo uno de los términos que conformaban el Campo de Montiel en la Edad Media.
La " Encanta" del Estrecho de las Torres de Joray, es, sin duda una de las más antiguas y hermosas leyendas que perduran en el Campo de Montiel desde los tiempos de la Reconquista.
En ella se mezclan elementos moriscos, cristianos, amor, muerte y encantamiento.
Existen dos versiones sobre el origen de esta leyenda:
La primera se centra en una hermosísima joven, enamorada de un caballero que fue a las cruzadas, del cual tenía la promesa jurada de que volvería el día de San Juan para desposarse con ella. El caballero no volvió y la hermosa joven, todos los amaneceres de 24 de junio aparece por el lugar de la cita para reunirse con su amado.
Para otros, se trataba de una princesa mora que se había fugado del Reino de Granada en compañía de un caballero cristiano con el propósito de casarse en tierras donde no hubiera impedimentos por sus distintas legiones.
La citada princesa había nacido en Joray por lo que el caballero cristiano suponía que debía conocer el pasadizo secreto que unía Joray con Montizón. La princesa, muy enamorada del cristiano, dijo que desconocía tal pasadizo por lo que el cristiano la degolló en la madrugada de un 24 de junio a los pies de Joray. Desde entonces la princesa aparece ese día de todos los años con la esperanza de que alguien le desvele el secreto del pasadizo y así poder recuperar a su amado cristiano ofreciéndole el ansiado tesoro.
No quedan restos de murallas, aunque pueden reconocerse aún los límites del castillo. Este tendría una forma más o menos rectangular con torres que guardarían ambos lados. De ellas sólo quedan en pie dos, pero podemos observar los vestigios de otras.
Está edificado sobre roca y utiliza como materiales el sillarejo y la mampostería fundamentalmente. También encontramos una especie de foso interior, que puede tratarse de un aljibe y una sala rectangular orientada de Este a Oeste.
Visita libre por los restos del castillo durante todo el año.
En el Km. 42,400 de la carretera nacional CM-3129 entre Villamanrique y Torre de Juan Abad. Al ser dificil aparcar en esa carretera, es conveniente aparcar en la entrada del camino. Recorrer unos 350 metros a pie por terreno de labor hasta el castillo de Eznavejor.
Fuentes: