Tipo de Monumento: Castillo, fortaleza
Periodo: Siglos IX-X
Dirección: Piedrabuena (Ciudad Real)
Visitable: Si
Tipo de Monumento: Castillo, fortaleza
Periodo: Siglos IX-X
Dirección: Piedrabuena (Ciudad Real)
Visitable: Si
Al nordeste de Piedrabuena, a 741 metros de altura, junto al monte Cerrajón. Tiene contacto visual con Benavente y Alarcos y desde su torre se verían el Castillejo de Porzuna y Picón Viejo. Apenas hay restos del poblado que debió existir ante el castillo. Sólo huellas de subterráneos excavados en la roca y aljibes.
El castillo de Miraflores, en Piedrabuena, Ciudad Real, es fortaleza islámica, con muestras cerámicas de los siglos IX-X. Construído en tabiya y en mampostería principalmente. Ocupado a mediados del XII por los cristianos, lo recuperan los almohades en 1196 y pasará de nuevo a los caballeros de Calatrava en 1212, sufriendo diversas modificaciones arquitectónicas.
Es castillo adaptado al terreno, de forma irregular, con una única torre. Conserva toda su muralla de tabiya y mampostería. Es obra musulmana. Los calatravos modifican la entrada, adaptándola para el uso del rastrillo. Hay un gran aljibe con bóveda gótica de ladrillo, reforma cristiana, una gran caballeriza, sobre la que se levantaba la cámara principal, una cámara más pequeña con ventana de 2 punto y dos grandes almacenes. La torre tuvo cuatro plantas con suelo de madera hoy desaparecido.
La fortaleza fue abandonada pronto, probablemente en el siglo XV, al trasladarse la puebla al llano y construir nuevo castillo, más cercano a la zona de cultivo y a las vías de comunicación, el castillo de Mortara, hoy plaza de toros, en Piedrabuena.
Esta muestra de arquitectura militar, fortaleza del entorno de Calatrava la Vieja con la que tendrá relación tanto en época musulmana como bajo dominio cristiano, hay que compararla con las transformaciones experimentadas, en los siglos XII-XIII, por otros castillos de su entorno como Caracuel, Salvatierra, Alarcos o la misma Calatrava como se indicará en la bibliografía.
Aunque fue islámica no está citada hasta la época de dominio de la Orden de Calatrava en la zona, 1157/1195, como fortaleza musulmana ocupada por la Orden, que no la perdió tras Alarcos porque los almohades prosiguieron hacia Calatrava, siguiendo el camino principal para tomar el punto más importante de esta zona.
La primera referencia histórica al castillo de Piedrabuena aparece en la bula obtenida por Nuño Pérez de Quiñones, cuarto maestre de la Orden de Calatrava del Papa Gregorio VIII en 1187, que confirma el castillo entre las posesiones de la Orden, junto a los de Caracuel, Alarcos, Malagón, Benavente, Ciruela y Guadalerzas, entre otros.
No obstante, los estudiosos estiman que el origen de esta fortificación es anterior a la citada época y está ligado al carácter fronterizo que desde la toma de Toledo por Alfonso VI (1085) hasta la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) caracterizó al territorio de la provincia de Ciudad Real.
En cambio la expedición de 1196, que asedió Toledo, la tomó en su ruta de regreso por el puerto de Alhover. Permaneció en poder de los almohades hasta 1212 ya que el ejército cristiano la ocupó tras conquistar Calatrava en su marcha hacia las Navas.
Vuelta de nuevo a posesión de la Orden de Calatrava la vemos incluida en la concordia sobre diezmos de 1245 entre la Orden y el arzobispo de Toledo, por lo tanto tenía iglesia y moradores. Sería probablemente en la segunda mitad de ese siglo cuando surgiría el nuevo emplazamiento y en el siglo XIV el traslado civil se habría consumado totalmente. Las Relaciones Topográficas del s. XVI citan tan sólo el castillo aportillado que hay en sus proximidades, que "era de moros".
Así, se afirma que en torno al año 1158 el castillo de Piedrabuena es conquistado por el Emir Al-Mumenin y un año después de la batalla de Alarcos, en 1196, el castillo es reconquistado por los almohades que remodelan y refuerzan el castillo levantando cortinas exteriores con la utilización del típico tapial musulmán, pero con una decoración muy singular que imita despieces de sillería.
Otros estudios sitúan el origen del castillo en el siglo IX tras la exploración arqueológica efectuada por Juan Zozaya Stabel-Hansen que deduce esta datación por los restos cerámicos encontrados.
Por otro lado, el profesor Amador Rubial sugiere que el origen de la fortaleza estaría en el siglo VIII, lo que la haría contemporánea con la de Calatrava la Vieja, aunque documentalmente el Castillo de Miraflores no aparezca citado hasta 1187.
Fortaleza irregular por adaptación al terreno. Asentada sobre roca, presenta fuertes desniveles, con declive en sentido sudeste-nordeste que obligó a levantar muros de diversa altura y nivel. Internamente tiene cuatro niveles de suelo20.
Conserva todo su perímetro de 166 m. de cortinas quebradas con una sola torre. Construído sobre todo en tabiya, cuyas marcas de encofrado se mantienen, y mampuesto, con sillares en ángulos y en la entrada y sillarejo en la parte inferior de las cortinas.
Hay ladrillo en el interior, en el aljibe, encuadres de puertas, una buena ventana abocinada y numerosos pequeños vanos cuadrados. También algún muro interior muestra alternancia de mampostería e hiladas de ladrillo.
Como cubierta se empleó la bóveda de cañón de mampostería, que se conserva sólo en la entrada, la bóveda de ladrillo apuntada, que cubre parcialmente el aljibe y el techo de madera, muy usado para los pisos intermedios, como nos lo demuestran los grandes huecos de los muros para las cabezas de las vigas.
Mantiene las cortinas norte y oeste hasta el camino de ronda con parte del parapeto, como la torre esquinera. Las demás están parcialmente desmochadas, como la zona sur cuyos muros alcanzan sólo la altura del suelo interior del castillo, que presenta en este lugar su punto más elevado alcanzando una diferencia de 6 m. con el suelo exterior. Estas cortinas tienen 6/9 m. de alto.
El nivel inferior de suelo está al este, lo que obligó a comenzar sus muros a altura muy inferior a los restantes, pues hubo que elevarlos 13 m. sólo para alcanzar el nivel del suelo interior. Esto permitió colocar aquí dos grandes sótanos-almacenes que llenan el espacio entre la cortina y la roca natural que forma el suelo interno del castillo.
La puerta se abre adosada a una gran roca, que destaca a gran altura sobre el suelo exterior, con acceso en fuerte pendiente. Tiene una cámara inferior con bóveda de cañón, que encerraba la doble hoja de la puerta, asegurada con gruesa barra transversal, y un rastrillo, que se manejaba desde el piso sobre la entrada.
Perímetro exterior
CARA NORTE: Contiene la puerta principal flanqueada por rocas y enmarcada por hileras de sillarejos, que disminuyen de tamaño al alcanzar el arranque de la bóveda. Cortina con cinco quiebros, con basamento de mampostería reforzado por grandes rocas. Hay ventana abocinada con arco de medio punto de ladrillo, cercana a la torre que une los frentes norte y oeste.
CARA OESTE: Cortina con cuatro quiebros construida con los mismos materiales. Conserva mechinales y huellas de encofrado. Tiene unos 10 metros de altura media.
CARA SUR: Los mismos materiales y disposición. Primero hay una cortina de 19 m., seguida de otra de 4,60 m. en ángulo obtuso y una tercera de 8,40 m. La altura disminuye progresivamente.
CARA ESTE: Se observan varios tramos cimentados por rocas que incluso se han utilizado como refuerzo del interior del muro. Todo es de tabiya. El grosor de las cortinas oscila entre 1,60 y 1,80 m., salvo en esta zona de almacenes donde se alcanzan los 2,25 m.
Torre
De planta rectangular, ocupa el ángulo noroeste. Su altura interna son 10 m. y externa 15/18 m. según el nivel del suelo.
Externamente presenta:
a) Un cuerpo inferior macizo de mampostería y sillarejo en hiladas con sillares en los ángulos. Los mejor conservados están en el suroeste donde hay 20 sillares superpuestos. Tiene este tramo 5/8 m. de alto según sus frentes.
b) El resto de la torre en altura son 10 tramos de encofrado hasta el parapeto. Unos 9 m. más de alto, lo que nos da una altura de unos 17 metros para la torre.
c) El coronamiento está deteriorado, con restos de parapeto y pequeños vanos cuadrados de ladrillo para las buhardas de madera.
d) En el lado sur de la torre está su única ventana-saetera, que corresponde a su planta inferior21.
Internamente presenta las siguientes plantas:
a) Un primer piso hueco con entrada desde las caballerizas por puerta de 1,20 m. de ancho y 1,80 de alto, con escalones para llegar a ella. Es la planta de la ventana, a 1,80 m. del suelo interno. El grosor de sus muros es 1,60 m. Tenía techo de madera a 3,60 m. de altura. Su superficie útil es de 10,80 m2.
b) Sobre esta cámara había una segunda planta con entrada independiente por la gran cámara sobre las caballerizas, que era la principal del castillo. Sus jambas son de mampostería e hiladas de ladrillo a soga y tizón, con arco de medio punto rebajado.
c) Un tercer nivel lo forma otra cámara semejante, pero con bóvedas de cañón. Pasaba a través de ella el camino de ronda.
d) Coronaría la torre una terraza con acceso desde la cámara abovedada. Sólo conserva parte del parapeto.
Entrada de la fortaleza
Situada al extremo de la cortina norte, tras un quiebro que permite la defensa por flanqueo desde el oeste. Su acceso es un camino en fuerte pendiente. Es independiente de la cortina, un bastión angular, de 8.50 m. de longitud por más de 8 m. de alto. Usa cuatro tipos de materiales diferentes:
a) ROCA NATURAL: En los quicios y laterales de la puerta. Son dos grandes rocas, la este, de 4 m. de alto sobre el umbral, fue trabajada para dejar expedita la puerta del castillo.
b) TOSCOS SILLARES, casi sillarejos de dimensiones diversas. Forman el encuadre de la puerta adaptándola a la forma irregular de la roca. A soga con escasos tizones.
c) MAMPOSTERÍA: Forma la base del muro oeste de la puerta, de 4,10 m. de longitud. Rellena huecos entre dos grandes rocas que sirven de cimiento natural a este sector.
d) TABIYA: Muy rica en piedra. Es el material utilizado en la parte más alta, sobre una hilada de mampostería, situada sobre los sillares. 5-6 tramos sobre la entrada y 9-10 en el ángulo este.
Parece un bastión rectangular adosado a la cortina principal. Quizá destacó sobre ella como una torre. Tiene un frente interno de 6,40 m. y una profundidad total de 3,85 m. en la cual se abre la puerta cuyo vano, de 2,50 m. de anchura, está cubierto por bóveda de cañón cuya clave dista 4,70 m. del suelo. Hay dos zonas, la inferior con 5,30 m. de alto y la superior de casi 4 m. Sus ángulos laterales son grandes sillares, a soga y tizón, pero los frentes son una mezcla de sillarejo y mampostería por hiladas. Su estructura interna es en cal y canto. La planta superior era la cámara para accionamiento del rastrillo con un hueco lateral para un contrapeso con 0,60 m. de ancho por 2,70 de profundidad.
La entrada es de planta rectangular de 3,85 m. de largo por 2,50 de ancho, con un primer espacio para un rastrillo de más de 3 m. de ancho por unos 25 cm. de grosor y a continuación una puerta de doble hoja de unos 2,50 m. Sus paredes son de sillarejo en grandes bloques con 3,35 m. de alto y se cubre por bóvedas de cañón. Conserva quicialeras para goznes y hueco para la tranca.
La cámara sobre la entrada presenta una superficie útil de 12,80 m2, 2 por 6,40 m. faltando sus muros laterales. Era la cámara del rastrillo, con el vano para una enorme viga del que colgaba elevándolo a unos 3 m. del suelo.
Patio tras la puerta
Zona de distribución a modo de pequeño patio delimitado por la entrada al norte, al este una cortina de 8,80 m. de largo y 2,25 de grosor, de encofrado con hiladas de mampuesto en su cara interna. Al sur linda con el muro de las edificaciones internas, de 8 m. de largo por 1,40 de grosor, y un paso de 2,10 m. de ancho. Comunica con los accesos a otros patios y dependencias.
Aljibe
Construcción semisubterránea de 6,10 m. por 3,10, con 18,91 m2 de superficie útil. El grosor de sus muros es de 90 cm y una altura de 4 m. hasta la clave de su bóveda apuntada de ladrillos colocados de canto, que tiene un grosor de 60 cm. Pasando sobre ella se entraba en la cámara principal del castillo.
Su interior está lleno de escombros, pues la bóveda se ha hundido en sus 4/5 partes, por lo que es de suponer que su suelo estaría a nivel inferior al actual. En gran parte está excavado en la roca que forma el suelo de la fortaleza. Su lado norte externo ha sido recubierto con capa de mampostería y ladrillos en hiladas de 55 cm de altura, alternando tramo de mampostería y una hilada de ladrillos, hasta un máximo de cinco tramos. Predominan los ladrillos a tizón y en algunos puntos la hilada de estos es doble para cubrir vacíos dejados por la piedra que es muy irregular.
Habitaciones subterráneas
Dos grandes almacenes ocupan el ángulo sudeste. Se levantan aprovechando la gran diferencia de nivel existente en este punto en el suelo de la fortaleza. Están situados al sur del patio tras la entrada. Forman un rectángulo de 10x11 m. de lado que está a su vez dividido por un muro intermedio de 7,60 de largo por 1,10 de grosor. Su pared este es la cara interna de un tramo de cortina de 2,25 m. de grosor por 11 m. de longitud, que dobla en 90 grados para formar su lado sur, con 12,25 m. de largo.
Su lado norte es el muro interior, de 8,80 m. de largo por 1.40 de grosor que linda con el patio citado, mientras que el oeste es el suelo rocoso natural recubierto en su parte superior con un tramo de hormigón de 2,10 m. de ancho por 8,75 m. de largo.
Ocupa una superficie de 134,75 m2 de los que sólo son útiles 48,50 m2 entre los dos subterráneos, 25 m2 el norte (3,30 por 7,60 por 2,60 de profundidad media) y 23,50 m2 el sur (7,60 por 3,10 por 5 m. de profundidad) cubriéndose ambos con techo de madera. Se conserva el entrante para apoyo de las vigas en sentido norte-sur. Sobre la cubierta de los sótanos se levantaría cámara que cubriría el ángulo con una superficie útil de unos 58 m2.
Explanada principal
Ocupa la parte sudoeste del castillo, muy irregular. Limita al norte con la cámara principal y el aljibe, al este con los dos sótanos descritos y al sur y oeste con la cortina del castillo, que forma aquí una línea quebrada de 60 m. de longitud.
El nivel de su suelo es el más alto de la fortaleza. Sólo 33 de los 60 m. de la cortina que la bordea sobresalen por encima de su nivel, conservándose el resto sólo a ras de suelo interno. Pudo ser una especie de plaza de armas y tendría construcciones de madera adosadas a la cara interna de las cortinas.
El suelo de la explanada está bastante desnivelado, aunque han sido trabajadas algunas de las rocas que en él se encuentran para que presenten una superficie más plana. Podemos considerar que de estas rocas se extrajo en parte el material constructivo.
Zona de acceso a las caballerizas y otras dependencias
Hay un paso, entre la cortina norte y el aljibe, que dobla ante el nivel inferior de la cámara de la ventana y lleva a las caballerizas, ante cuya entrada se ensancha formando un vestíbulo irregular de unos 54 m2., limitado por el muro del aljibe, con 2,20 m. de alto. Enfrente hay un sótano poligonal con suelo muy irregular, un almacén, al que se entra por una puerta de 80 cm. de anchura y 1,60 de alto, cuyas jambas son de ladrillo a soga y tizón, con las mismas dimensiones que el usado en el aljibe. Se cubría con arco del mismo material.
Habitación con ventana con arco de medio punto
Su planta es un cuadrilátero irregular. Se entraba desde la cámara principal. Su pared, sobre el sótano indicado junto al pasillo ante el aljibe, es la de menor grosor del castillo, 0,85 m. Su ventana abocinada, que mira al norte, está cubierta por arco de 2 punto hecho con 7 ladrillos de canto con bastante argamasa. En el exterior apenas tiene 20 cm. de anchura, resultando mucho más tosca que su cara interna, con cuidadas jambas a soga y tizón.
El sector de la gran cámara y la caballeriza
Ocupa una superficie de 126 m2, 21 m. de largo por 6 de ancho. Era una construcción con tres niveles diferentes: Una gran caballeriza inferior a la que se llegaba pasando junto al aljibe. La planta noble, salón-comedor o gran sala, que comunicaba con la habitación de la ventana, que tal vez fue capilla. Sus lados norte y oeste son las caras internas de las cortinas respectivas. Esta gran sala con suelo de madera se cubría con bóveda de cañón, cuyo arranque es ligeramente inferior al adarve. Encima habría una gran terraza tras el camino de ronda. Sería plataforma defensiva.
En la caballeriza hay contrafuertes, adosados al muro, a 2,70 y 3,60 m. de distancia uno de otro. Es cámara semisubterránea ya que su lado sur es roca natural trabajada.
El lado este de esta construcción es un muro continuo, de 1,30 m. de grosor por 8,25 de altura, de los que 4,65 son del nivel inferior, indicando el límite los huecos de 30 por 35 cm. para las vigas del suelo de la planta noble.
En esta construcción hay cinco puertas:
La puerta de entrada al sótano-caballeriza con 1,80 m. de ancho externo y 2,20 interno, pues las jambas forman una L y, aunque están muy dañadas, conservamos su umbral, con tres grandes sillares a la izquierda y dos a la derecha. Los externos miden 38 x 50 x 33 cm (izq) y 34 x 55 x 29 (dcha) y están colocados de tal forma que protegían los quicios de la puerta, que se abría hacia el interior y que estaba formada por dos hojas de 1,10 m de ancho cada una, con una altura que no se puede precisar.
La puerta de entrada a la cámara principal, también en este frente, pero más al sur que la inferior. Un vano rectangular nos muestra su antiguo emplazamiento, encima del aljibe.
La puerta de entrada a la habitación de la ventana, que hoy es un hueco informe y las puertas que comunicaban cada nivel con la única torre de la fortaleza, ya indicadas.
El conjunto resulta una complicada muestra de etapas diversas de construcción, que pueden datarse entre los siglos X y XIV.
Se encuentra en estado de ruina progresiva. En diciembre de 2010 se firmó un convenio entre Ministerio de Fomento y la Junta de Castilla-La Mancha para la restauración del castillo.
Se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Visita libre por el castillo durante todo el año.
Recorrido de 3, 3 kilómetros por camino en no muy mal estado.
Partiendo desde Piedrabuena por el camino a Arroba, se entra en un camino estrecho pedregoso hasta cruzar un arroyo (en época invernal es complicado atravesarlo en coche, en verano si es posible). Se continua por el camino con una cierta pendiente hasta llegar al castillo, donde existe una explanada para poder aparcar.
Fuentes: