Tipo de Monumento: Torreón, fortaleza
Periodo: Siglos XII
Dirección: Puebla del Principe (Ciudad Real)
Visitable: Si
Tipo de Monumento: Torreón, fortaleza
Periodo: Siglos XII
Dirección: Puebla del Principe (Ciudad Real)
Visitable: Si
El torreón fortaleza se encuentra en la parte oriental del casco urbano de Puebla del Principe y cumplió funciones de torre defensiva en el medievo. Su planta es casi cuadrada, con ángulos redondeados y su base ocupa una superficie de 100 metros cuadrados aproximadamente.
Un castillo alrededor del cual creció el pueblo, con una torre del siglo XII, de gran tamaño, hoy convertida en biblioteca. Podemos visitar la planta baja, acceder a la segunda a través de una escalera de piedra empotrada en el muro y bien iluminada por los vanos de los lados. Después, un segundo tramo de escalera nos llevará a la terraza defensiva, con un parapeto sin almenas, y el interesante sistema de canalización de agua de lluvia localizado bajo la torre.
Amparado bajo la protección de la Declaración genérica del Derecho de 22 de Abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Su estado es bueno, pues conserva la estructura de planta cuadrada principal, y el interior, aunque muy transformado, está restaurado y acondicionado para uso público, siendo actualmente la biblioteca municipal.
Puebla del Príncipe posee una torre cristiana de hacia finales del siglo XII, aunque su origen aún está por determinar. Posiblemente fuera construida por los romanos como una más de las múltiples torres-fortalezas que, a lo largo de la Vía Augusta, construyeron para su defensa. Sí se sabe, a ciencia cierta, que los árabes, en plena dominación de la Península Ibérica, la reconstruyeron totalmente, lo que pudo ocurrir a últimos del siglo X o principios del XI. El pueblo almohade fue un gran conocedor de las técnicas de defensa de las fortalezas y durante su estancia en estas tierras supieron ponerlas en práctica. De este modo crearon un sistema defensivo en torno a Montiel, que pudo resistir las acometidas cristianas hasta 1212. A partir de esta fecha las fortalezas fueron cayendo una tras otra en poder cristiano (Gallego, 2005). Formó parte del segundo cinturón defensivo de Montiel. Su función era doble, por un lado defensiva y protectora del núcleo poblacional que se asentaba a su alrededor y por otro servía de vigilancia hacia las tierras del sur. A mediados del siglo XIII pasa a poder de la Orden de Santiago, formando parte de las 32 fortalezas de que disponía esta Orden en el Campo de Montiel (Hervás, 1890).
De la misma época y de construcción similar son el Torreón de la Higuera, que servía como torre vigía del castillo de Montizón, el castillo del Santo Cristo, situado en las estribaciones de la sierra de Alcaraz, más que castillo era una atalaya de vigilancia y control del territorio. Y el Torreón del Terrinches, cuya misión era poner el enclave en contacto con los de Albaladejo y Puebla del Príncipe. Los tres pertenecían al segundo cinturón defensivo de Montiel (Gallego, 2005). Se puede decir, por tanto, que tenían este tipo de construcción como un modelo estándar que reproducían de igual manera en lugares estratégicos, adaptados cada uno a la orografía del terreno.
Desde el año 1243 perteneció a los dominios de Montiel, incorporándose a su Encomienda, la más poderosa de la región, creada por el año 1253. Esta vinculación determinó su primitiva denominación de “Puebla de Montiel”.
El edificio lo forma un único cuerpo de planta rectangular con las esquinas redondeadas, de escasos huecos y sin almenas. Fabricado en mampostería, utilizando sólo sillería labrada en los vanos, mientras que las cubiertas interiores, las bóvedas de las escaleras, los arcos de las ventanas y las elevadas cúpulas que cubren cada planta, son de ladrillo. Estas últimas se encontraron construidas en forma de “nido de golondrina”, lo cual permite situar la fecha histórica del edificio, ya que es una forma de aparejo usado en los siglos XI y XII (AA.VV., 1993 y Hervás, 1890).
El acceso a la torre se realiza por la fachada norte. Posee unos muros de 2 metros de grosor que funcionan como muros de carga, es casi cuadrada y de plantas diáfanas. A ellas se accede a través de una escalera fabricada en piedra y empotrada en el grosor del muro que recorre el torreón en su totalidad. Ocupa una superficie de 100 m2 entre planta baja, planta primera y terraza.
De esta última destacaremos la ausencia de almenas y un sistema (hoy desmontado) de canales de piedra que servían para recoger la lluvia y conducirla al aljibe situado bajo la torre. Desde la terraza que en otros tiempos sirviera para vigilar, hoy se puede contemplar una bellísima panorámica del pueblo y sus alrededores (Ibid.).
En el interior, las bóvedas de las cubiertas y los arcos de las ventanas son de ladrillo. La gran altura de los techos de ambas cámaras son indicio de que éstas se dividían a su vez en dos plantas usando suelos de madera, con lo que aumentaban su habitabilidad y su capacidad interior útil.
Visita exterior libre durante todo el año. El interior solo es visitable en horario de la biblioteca.
Calle Castillo.
Fuentes: