Tipo de Monumento: Mina, túnel
Periodo: siglo XVI
Dirección: Almodóvar del Campo (Ciudad Real)
Visitable: Si
Tipo de Monumento: Mina, túnel
Periodo: siglo XVI
Dirección: Almodóvar del Campo (Ciudad Real)
Visitable: Si
La localidad de Minas del Horcajo, o El Horcajo a secas como es más conocido popularmente, es una pedanía del municipio de Almodóvar del Campo, se encuentra en el sur de la provincia de Ciudad Real, a escasos siete kilómetros de la provincia de Córdoba.
Está enclavado en un pequeño valle formado por dos arroyos con forma de Y, de donde probablemente provenga su nombre, ya que en la lengua popular se denomina horcaja u horcajo esa forma en Y formada por dos valles, ramas, etc.
Este municipio está enclavado en plena Sierra Madrona, entre sierras que superan los 1.000 metros. El paisaje está dominado por repoblaciones de pino rodeno (Pinus pinaster), sin embargo adentrándose un poco podremos encontrarnos una gran variedad vegetal entre las que destacan jarales (Cistus ladanifer), helechos (Osmunda regalis) y las especies arbóreas, como rebollos (Quercus pyrenaica), quejigos (Quercus faginea), castaños (Castanea sativa) e incluso repoblaciones mediante abetos de Douglas (Pseudotsuga menziesii) o cedros del Himalaya (Cedrus deodara), que conforman un bonito paraje.
En Minas del Horcajo podemos dormir en la casa de Andrés y Verónica que han reformado su vivienda para convertirla en casa rural. (La Casa de la Mina / Tel. 926 470 449 / 617 353 829)
En el siglo XVI, en las Relaciones de Felipe II ya se mencionaba la existencia de una Venta del Horcajo. Hasta el año 1858 en que se descubren las minas de galena argentífera no aparecen muchas más menciones. Por aquel tiempo, el mineral de plata y en algunos casos la plata nativa (pura), es transportada a base de caballerías con unas producciones de unas 800 toneladas al año. Pronto la producción sube, y con la explotación de la concesión por parte de La Minería Española en el año 1872 se obtuvieron 2.400 toneladas, pasando al año 1877 de 3.300. Por estas fechas la población de El Horcajo ya asciende a 2.000 personas, con 85 hombres y 290 caballerías dedicados al transporte del mineral.
Los problemas con la abundancia de agua, se estima que se sacaban de las minas diariamente unos 7.500 metros cúbicos, llevaron a la aparición por estos lares de la perforación mecánica, de mano de su propietario el Banco de París en 1882. De esa manera se aumenta la producción hasta las 13.423 toneladas, cifra tope que se consiguió en esta mina. A partir de estos años, la producción fue decreciendo por el empobrecimiento del filón, dándose varios cambios de propietarios hasta el año 1911 en que la Sociedad Minero-Metalúrgica Peñarroya paraliza la explotación, estando ésta a 600 metros de profundidad. La compañía Peñarroya construyó un ferrocarril minero de vía estrecha que llegó hasta El Horcajo, prestando servicio hasta su cierre en 1970.
En 1951 se volvió a intentar la explotación por Peñarroya, que en el año 1959 arrendó a Compañía Minera BeticoManchega que a su vez dio por finalizados los trabajos en 1963 definitivamente. Ya por aquel entonces, El Horcajo estaba despoblado y los pocos habitantes que quedaban marcharon al cercano Puertollano y posteriormente, cuando la minería del carbón entró en crisis, a la zona de Levante y Madrid principalmente.
La llegada del AVE, y del siglo XXI, sólo trajo más destrozo a la aldea , y algún que otro titular de periódico [“Feudalismo junto al AVE” en El Mundo]. A pesar de todo, algunos vecinos resistieron y gracias a ellos podemos aun visitar esta aldea.
El pueblo minero contaba, incluso, con una plaza de toros. Plaza que fue demolida en las recientes obras del AVE sin razón aparente según cuentan los escasos vecinos de la aldea. Al parecer, la plaza de toros se demolió con el AVE ya en funcionamiento alegando unas dudosas medidas de seguridad en su perímetro.
Según las cifras oficiales del INE en 2015 tenía una población de 11 habitantes, aunque en épocas de vacaciones o fines de semana se multiplica lo ampliamente que permiten las escasas casas que quedan en pie.
Aunque actualmente ha quedado reducido a un montón de escombros y algunas casas de veraneo, hubo un tiempo en que El Horcajo, como siempre ha sido conocido, fue un pueblo animado, vivo, rico y con futuro.
La fiesta local de Minas del Horcajo se celebra siempre el día 23 de junio, en la que se celebra una procesión en honor a su santo, San Juan Bautista.
En un principio el mineral se sacaba a lomo de caballerías hasta la estación de Veredas. El tren llegó al Horcajo a raíz de que Peñarroya se interesará por sus minas y participara en la Nueva Sociedad de las Minas del Horcajo allá por 1902. La S.M.M.P., dándose cuenta de que gran parte de la rentabilidad del mineral extraído en el Horcajo se perdía en el difícil transporte de éste por arrieros hasta Veredas donde se embarcaba en el ferrocarril, decidió construir inmediatamente una línea de 12 Km que uniera el Horcajo con sus concesiones de la Salvadora. El tramo quedó terminado el 2 de Agosto de 1907 al tiempo que entraban en servicio los 40 Km entre Pozoblanco y Conquista. Parece ser, al decir de las gentes que por allí vivieron y penaron, que este primer ferrocarril que llegó al Horcajo era de un ancho inferior al que luego circularía por la línea eléctrica (seguramente de 0.60 metros, al igual que el del conocido “Trenillo de la Calzada”) y que sólo se utilizaba como ferrocarril interior destinado exclusivamente al transporte de los minerales.
La prolongación de la línea Peñarroya – Pozoblanco – Conquista hasta Puertollano chocaba con grandes problemas. Fue necesario construir un túnel de 1056 metros que comenzó a excavarse en 1920.
El tramo de vía desde Conquista y El Horcajo hasta Puertollano no se abrió hasta 1927, curiosamente cuando ya habían sido cerradas las minas. El cierre de las minas de plata, en 1911, condujo al progresivo declive del pueblo, y por si fuera poco, después llegó el acoso de la Finca la Garganta con la única pretensión de adueñarse de la aldea y de sus terrenos comunales, ya que no estaban inscritos en el Registro de la Propiedad. Muchos vecinos fueron expulsados por la fuerza o a cambio de dinero. A los pocos que quedaron se les impidió por la fuerza el paso hacia Conquista, el pueblo más cercano, con lo que quedaron hasta sin asistencia médica; se les impidió acceder a los montes comunales de la aldea ni siquiera a recoger setas; y con total impunidad arrasaron todo el pueblo con máquinas excavadoras.
La estación, de la que hoy no queda nada, no se encontraba tras el túnel como podría deducirse a la vista de la ubicación de éste y de lo que hoy aún queda de la aldea, sino que todavía había que salvar un arroyo, el arroyo de la Ribera, que abre una gran brecha en el paisaje. Se hizo a través de un impresionante viaducto curvado, de 30 m en su parte más alta, el cual, afortunadamente, aún podemos contemplar hoy en perfecto estado.
Es libre durante todo el año.
El acceso a Minas de Horcajo se encuentra en el kilómetro 116 de la N-420. Después de recorrer unos 10 Kilómetros por camino de tierra en no muy mal estado se accede a Minas de Horcajo. El túnel se cruza después de dar el pulsador y se ponga el semáforo en verde.
Fuentes: