Castillo de Aben Yucef. Terrinches

Tipo de Monumento: Castillo, fortaleza

Periodo: Siglo XIII

Dirección: Terrinches (Ciudad Real)

Visitable: Si, visita guiada

Localización

Castillo de Aben Yucef. Terrinches

El Castillo de Aben Yuce de Terrinches se levanta en la parte occidental del casco urbano, en la ladera de un cerro de unos 950 m de altura, con una pendiente pronunciada hacia el sur.

El crecimiento de la población ha invadido a lo largo de las últimas cuatro centurias el solar donde se levantaba la fortaleza, lo que ha provocado la práctica desaparición del castillo. De él sólo se conservan la desmochada Torre del Homenaje y parte de sus arruinadas antemurallas compuestas de lienzos y torreones esquineros.

Se trata de una construcción de planta cuadrada de 17 metros de lado, rodeada por una muralla con torreones circulares macizos en los ángulos. La torre, bien conservada al exterior, es una construcción de mampostería muy sólida, ya que sus muros tienen un grosor de cuatro metros. Su estado de conservación es bueno, gracias a la iniciativa municipal para su adquisición y restauración. Una muralla exterior hoy desaparecida llegó a rodear una superficie aproximada de 600 metros cuadrados.

En 2005 fue comprado por el Ayuntamiento de Terrinches con el propósito de restaurarlo para uso y disfrute del pueblo.

En 2011 fue inaugurado en su interior el espacio museográfico del Centro de Interpretación de la Orden de Santiago y el Campo de Montiel.

En la Planta Baja del Castillo se ha habilitado un área con mostrador de atención al visitante y zona de tienda junto a la entrada principal. En la misma planta se han instalado pantallas y maquetas que explican la historia de Terrinches y su castillo. En la zona que ha sido utilizada hasta el siglo XX como bodega se ha creado un diorama con escenografía de almacén, que permite explicar el uso del castillo como bodega y casa de labor en los siglos XIX y XX.

En la Planta Primera se ha programado representar la vida cotidiana en un castillo medieval, mediante mobiliario específico, maniquíes y ornamentación escenográfica. La mesa del comedor cuenta con pantallas táctiles integradas que explican los pormenores de la vida del castillo.

La Terraza del Castillo, que permite un excelente control visual del territorio, dispone de prismáticos panorámicos en cada esquina y paneles informativos de cristal blindado al ácido, troquelados de forma almenada con objeto de recuperar los volúmenes originales de la azotea. También se ha ubicado aquí una muestra de las armas de fuego que defendieron Terrinches en el siglo XV.

El Castillo de Aben Yuce de Terrinches obtuvo la declaración o incoación de un bien cultural o natural publicada en el BOE n.º 90 el 14 de abril de 2000 (texto).

Origen histórico

Tras la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) el Campo de Montiel sufrió la ocupación de las defensas musulmanas y su adaptación a la nueva realidad cristiana. Comenzó entonces la labor repobladora por parte de la Orden de Santiago, que intentó hacer incursiones dirigidas a ocupar zonas más meridionales, aprovechando el debilitamiento progresivo del Imperio Almohade.

La organización de la Orden se efectuó siguiendo un procedimiento utilizado en distintos lugares de la geografía española: se reaprovechó la antigua organización musulmana, sustituyéndose el sistema económico de pequeñas propiedades por los grandes latifundios. Potentes núcleos organizan a partir de ese momento el espacio, para los cual se les dota de fueros e instrumentos comerciales que permiten centralizar la organización. En torno al núcleo central se sitúan el resto de núcleos satélites, en los que se sitúan potentes fortalezas que velan por la seguridad de los moradores; e iglesias con una doble funcionalidad: la espiritual, destinada a la salvación del alma de los fieles, y la económica, ya que generan importantes beneficios para la Orden.

En una primera fase las fortalezas musulmanas conquistadas se adaptaron a los nuevos usos de los cristianos sin sufrir excesivas modificaciones. Éste pudo ser el caso de la primitiva torre musulmana de Terrinches.

Posteriormente, las fortalezas se modificaron de forma muy importante, llegándose incluso al derribo de las preexistentes para construir ex novo fortalezas nuevas y más adecuadas. De nuevo éste puede ser el caso del Castillo que hoy vemos en Terrinches.

La Orden de Santiago organizó defensivamente el territorio tomando como centro el Castillo de Montiel.

El Castillo de Terrinches formaba parte de una serie de defensas menores que controlaban los pasos de comunicación asociados a los nuevos núcleos repobladores. Este Castillo, que sirvió de refugio a los moradores de sus cercanías, formaba asimismo un cinturón defensivo junto con los Castillos o Torres de:

• Al Este: Castillo de Albaladejo, Castillo de Paterno, Castillo de los Baños del Santo Cristo (Villanueva de la Fuente), Alcazaba de Meintixa-Villanueva de la Fuente y Torre de Gorgogí.

• Al Oeste: Torreón de Puebla del Príncipe, Castillo de Montizón, Castillo de Eznavexore, Torreón de la Higuera y Torre de Juan Abad.

En 1282 Terrinches sufrió una razzía lanzada por tropas islámicas al mando del Sultán de Marruecos, Aben Yucef, que destruyó las cosechas del pueblo y parte de su caserío. El vecindario, refugiado en el Castillo, resistía el asedio sin capitular. Les capitaneaba su Alcaide (de nombre Presonero), quien pensó rendirse al ver que los musulmanes prendían fuego al exterior del Castillo, en el intento de romper las defensas o quemar a los allí refugiados. En ese momento cobró un histórico protagonismo la mujer del Alcaide, pues cogió el mando y, confiando en los potentes muros del Castillo, animó a todos a la resistencia. Su nombre no nos ha llegado, pero las informaciones recogidas en las Relaciones de Felipe II sí mencionan que su carácter era el de una “persona varonil”. El Castillo de Terrinches soportó bien el ataque, por lo que las tropas islámicas optaron por desistir de su ofensiva para dirigirla hacia la cercana población de Almedina.

A lo largo del siglo XV, con el avance de las conquistas santiaguistas hacia el Sur, esta línea defensiva quedó obsoleta, iniciándose un crecimiento poblacional que en Terrinches se vio afectado por las razzía del Sultán de Marruecos, quien en 1422 que destruyó cosechas y parte del núcleo urbano, sitiando el Castillo sin conseguir su capitulación.

En el siglo XVI la fortaleza fue abandonada, para ser reaprovechada a lo largo de los siglos posteriores para labores agropecuarias.

En el siglo XIX Madoz señaló su papel puntual como fortín durante las Guerras Carlistas. Planchuelo a finales de ese mismo siglo cita nuevamente su utilización como casa de labor, almacén de aperos de labranza y bodega. Este papel ha venido desempeñando hasta mediados delsiglo XX.

Texto:

David Gallego Valle

Luís Benítez de Lugo Enrich

Pilar Molina Chamizo

Honorio Javier Álvarez García

ANTHROPOS, S.L

Características

Estructura del Castillo

El Castillo de Terrinches se asienta sobre un afloramiento natural de roca caliza que le sirve de cimentación. Está situado en la parte más elevada del casco urbano, por lo que goza de una preeminencia visual sobre todo el valle que se abre hacia el Sur. Controla, así mismo, el Camino Real de Andalucía y la Vereda de los Serranos (ambas vías son ramales del Camino de Aníbal). Pudo estar construido sobre una antigua torre almohade ya que se habla de la conquista de su fortaleza en la campaña de 1213 junto con Almedina, Alhambra y Albaladejo.

El estado actual de la fortaleza dista mucho del que tuvo en su momento de mayor apogeo, conservando sólo la torre del Homenaje y la cortina de muralla que la rodeaba.

El Castillo estuvo compuesto por dos recintos:

- El recinto exterior, que se componía de una cerca que rodeaba todo el conjunto del castillo y en el que se situaban intramuros gran número de estancias.

Castillo de Aben Yucef. Terrinches

- El recinto interno, que constaba de dos partes. La primera era la cortina de muro con torreones, que rodeaba la torre del Homenaje y daba paso a ésta. La segunda era la Torre del Homenaje, residencia del alcaide, donde se situaba la intendencia bélica y se almacenaban gran parte de los recursos alimenticios.

Castillo de Aben Yucef. Terrinches

El Recinto Exterior

Este recinto sólo lo conocemos gracias a los Libros de Visita de la Orden de Santiago, ya que está totalmente perdido y en la actualidad se sitúan sobre él numerosas viviendas y corrales para el ganado. Aun así se pueden identificar numerosos elementos de este recinto.

La muralla exterior rodeaba toda la fortaleza y estaba construida de mampostería (en menor medida) y de tapial (en la mayor parte de su recorrido). Este hecho provocaba que los visitadores aconsejaran en numerosas ocasiones que la parte de la cerca de tapial se tirase y se construyera de mampostería. Esta orden nunca se llegó a cumplir. En tiempos de Felipe II este recinto se había venido abajo.

La entrada al recinto se disponía por medio de una puerta abaluartada con pretil y almenas, como se desprende de la Visita de 1494 “ ... entran por una puerta a un baluarte que está fecho la meytad de cal y canto, e la meytad de/ tapieria con su petril e [al]menas; este baluarte tyene sus puertas buenas...”. En la Visita de 1498 se informa de que el baluarte era de forma circular, un dato que se obviaba en la anterior “la cual tiene de la puerta principal un baluarte rredondo con sus troneras...”. En la parte inferior de la estructura se situaba un horno de pan, que desapareció entre 1480 y 1498. En la Visita de 1524 se informa de que el baluarte se encuentra en mal estado de conservación y se ordena su reparación. En las siguientes visitas ya no se menciona el baluarte.

Tras pasar el baluarte se encontraban con una serie de casas y estancias necesarias para el mantenimiento de la fortaleza. Destaca en este recinto la presencia de un pozo de agua dulce que actualmente se conserva en una de las laderas del castillo, los visitadores hablan de él en numerosas ocasiones. En la Visita de 1480 se lee: ”...En entrando entre esta torre y barrera está un pozo mantyal en la [...]/ que entra en hondo dies braças, de muy buena agua dulce y muncho bien a-/taviada y aderesçada...”. Varias casas estaban ya caídas en la Visita de 1480 y, aunque fueron reconstruidas en numerosas ocasiones, se venían abajo una vez tras otra. Los edificios que se mencionan constantemente son por los que hay que discurrir para acceder a la Torre del Homenaje: la salita recibidor, el patio, la caballeriza, la escalera de subida y la cocina con chimenea que poseía el puente levadizo.

Desde una de las casas destechadas se accedía a una casa recibidor -que debió de ser de unas pequeñas dimensiones- en la que se encontraban una pequeña chimenea y un doblado, que ya en 1498 se encontraba caído. Desde esta estancia se entraba en un pequeño patio que proporcionaba un espacio diáfano para llegar a las caballerizas, que constaban de tres espacios de los que no se tienen referencias. Del patio subía una escalera que llegaba a una sala pequeña con varias ventanas, de la que no se especifica un uso concreto, aunque podría usarse como dormitorio de mozos y demás personas que vivieron en la fortaleza. En esta salita se encontraba una puerta que comunicaba con una cocina que se dividía en dos pisos; el primer piso se situaba una chimenea en la que se cocinaba para los moradores del castillo y en la que se disponían varios poyos corridos. En el segundo piso se situaba la entrada hacia el puente levadizo que comunicaba con la muralla que rodeaba la torre del homenaje.

Recinto Interior

Es el que hoy conserva en superficie la fortaleza, aunque su estado de conservación es deficiente. Se conserva parte de la muralla que rodeaba la Torre del Homenaje, así como dos torreones angulares de sección circular.

El gran torreón de la fortaleza estaba rodeado por una muralla que la rodeaba por tres de sus flancos. Estaba construida de mampostería de caliza trabada con argamasa, como se puede observar actualmente en el lienzo Oeste de la misma. Esta cerca estuvo pretilada y almenada, como se muestra en las descripciones de los visitadores en 1498: “...e el muro de la dicha barrera es de cal e canto, e bien petrilado e almenado...”. En los ángulos se situaban pequeños torreones de sección circular de los que sólo se conservan el situado en el ángulo sudoeste, y parcialmente el del noroeste. Estos cubos se componían de pequeños zócalos sobre los que se disponía un cuerpo macizo de mampostería en la que se utilizaban grandes mampuestos. Sobre éste se situaba la estancia hueca cubierta con un tejadillo de tejas. Esta cerca ha sido desmontada desde el abandono de la fortaleza y sus materiales han sido utilizados para construir corrales cercanos.

A la Torre del Homenaje se accedía por medio de un puente levadizo que partía desde el segundo piso de la cocina antes mencionada. Estaba construido de madera, por los que los visitadores en numerosas ocasiones ordenaron que se construyera de cal y canto porque era muy peligroso para los moradores del castillo.

El gran torreón del Castillo es una construcción realmente formidable, ya que sus muros cuentan con una anchura de casi cuatro metros en todos sus flancos. Está construido con mampostería de gran tamaño en su parte inferior que se va dando paso a un sillarejo con mampuestos de menor tamaño conforme se gana altura. En los ángulos se disponen sillares esquineros de caliza de casi un metro de longitud. En algunos de ellos se han localizado marcas de cantería de un gran valor documental. Todos los flancos están salpicados por saeteras de palo, mucho más abundantes en el lado Sur. Se abren tres grandes ventanales a la altura del primer piso con un marcado carácter palatino. El exterior de la torre se remata mediante tres matacanes, de los que sólo se conservan los pies de arenisca que sujetaban la estructura de madera. El torreón estaba completamente almenado en su parte superior.

Al interior de la Torre se entraba por un portón de madera reforzado con placas de hierro, enmarcado dentro de un arco apuntado construido con sillares de arenisca. Está estructura en la actualidad esta desvirtuada debido al enfoscado de cemento que la cubre.

La planta baja de la Torre está dividida en dos espacios separados por los dos grandes arcos apuntados que soportan dos bóvedas de cañón apuntado. Dentro de la bóveda de la zona Este se situaba un cobertizo para el almacenaje, del que sólo se conservan los machones esquineros que soportaban la estructura. En esta primera planta destaca la presencia de un pozo de obra o aljibe que surtía de agua al interior de la fortaleza. En la Visita de 1498 se menciona la presencia en esta planta de doce tinajas en buen estado y una quebrada; “...en estas bovedas estan doze tinajas sanas e una quebrada...”. En la actualidad se conservan una serie de tinajas relacionadas con el uso del inmueble como bodega a lo largo del último siglo.

Al primer piso se accedía por medio de una escalera empotrada en el muro, que disponía de su portón y su tranca. El primer piso tiene un marcado carácter áulico, ya que era la residencia del alcaide. Estructuralmente es simétrico a la planta baja, pero destacan los tres grandes ventanales enmarcados en arcos apuntados, que dotan a la estancia de gran luminosidad. En la parte alta de las bóvedas se observan salidas de humo que desahogaban la estancia de los gases emanados por el fuego para calentar las estancias. En esta estancia se guardaba todo el arsenal bélico en unos armeros que se empotraban en los muros, de los que todavía se conserva los orificios para encajar las agarraderas. En los Libros de Visita no se hace mención a la ornamentación ni disposición de la estancia, refiriéndose únicamente a esta estancia como “palacio” y describiendo el armamento que en ella se guardaba.

A la parte superior de la torre se accedía por un portón con su tranca, junto al que se disponía un molino de mano, como se lee en la Visita de 1480: “... en esta entrada de la puerta antes que lleguen al escalera/está un molino de mano, muy bueno...”. Se disponía tras él una caja de escaleras empotradas en el muro que desembocaba en la terraza de la torre. En está se disponía un cuartillo de madera con su tejadillo que servía de almacén. Así mismos se situaban dos portales de madera y cubiertos con teja que se usaban como dormitorio de los defensores de la fortaleza. Desde esta terraza se domina una amplia extensión de terreno, salvo hacia la zona Norte en la que se encuentran elevaciones de mayor tamaño.

Por lo tanto estamos ante un castillo de grandes dimensiones como hemos podido observan por medio del estudio in situ de la fortaleza y las fuentes documentales. Una excavación arqueológica del lugar aportaría un conocimiento de la fortaleza en profundidad.

Texto:

David Gallego Valle

Luís Benítez de Lugo Enrich

Pilar Molina Chamizo

Honorio Javier Álvarez García

ANTHROPOS, S.L

Dibujos: F. Pozo

Horario de visita

La visita exterior es libre. La visita interior es previa cita.

Web: http://ayuntamientoterrinches.weebly.com

Ayuntamiento de Terrinches: 926 387 201

Como llegar

Se encuentra en pleno casco urbano.

Las imágenes

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