Tipo de Monumento: Fortificación
Periodo: Edad de Bronce
Dirección: Daimiel (Ciudad Real)
Visitable: Si, visitas guiadas
Tipo de Monumento: Fortificación
Periodo: Edad de Bronce
Dirección: Daimiel (Ciudad Real)
Visitable: Si, visitas guiadas
La Motilla del Azuer se encuentra situada junto al río del mismo nombre en el término municipal de Daimiel (provincia de Ciudad Real). A partir de 1974 un equipo de la Universidad de Granada, dirigido por T. Nájera y F. Molina, ha realizado en el yacimiento 15 campañas de excavación y tres de restauración, en el marco del Proyecto de Investigación "La Edad del Bronce en La Mancha Occidental". Una primera fase de estas actuaciones tuvo lugar entre 1974 y 1986, reanudándose los trabajos actuales a partir del año 2000.
Las especiales características de este yacimiento, así como la monumentalidad de las estructuras de su fortificación, con muros de mampostería que conservan más de 8 metros de alzado, confieren al asentamiento del Azuer un carácter único dentro de la Edad del Bronce de la Península Ibérica, al tiempo que ofrece unas condiciones idóneas para su restauración y musealización con vistas a la apertura al público.
Como en las restantes motillas, su especial configuración responde a una adaptación a las peculiares condiciones ecológicas del paisaje manchego. Durante la Edad del Bronce estos asentamientos fortificados ejercieron una importante función de gestión y control de recursos económicos. En el interior de sus recintos fortificados se protegían recursos básicos como el agua, captada del nivel freático mediante un pozo, y se realizaba el almacenamiento y procesado de cereales a gran escala, la estabulación ocasional de ganado y la producción de cerámica y otros productos artesanales.
El montículo de la fortificación, con un diámetro de unos 40 m., está integrado por una torre, dos recintos amurallados y un gran patio. Su núcleo central está formado por una torre de mampostería de planta cuadrada, cuyos paramentos este y oeste conservan una altura superior a los 7 m. y a cuyo interior se accede mediante rampas embutidas en estrechos pasillos.
Dentro del área fortificada se delimitan otros amplios espacios: un patio y dos grandes recintos separados por una línea de muralla intermedia. En el interior del patio, de planta trapezoidal, los habitantes del Azuer excavaron un pozo, que perforó la terraza aluvial hasta alcanzar el nivel freático y abastecía de agua al asentamiento. Esta estructura hidráulica se mantuvo en uso durante todo el periodo de ocupación del yacimiento y alcanza por el momento una profundidad de unos 16 m. desde la cima de la torre.
El recinto intermedio ocupa la mitad occidental de la fortificación entre la muralla intermedia y el paramento exterior del pasillo que circunda la torre. La funcionalidad de este recinto experimentó variaciones durante las distintas fases de ocupación del yacimiento, utilizándose como zona de estabulación ocasional de ovejas, cabras y cerdos y especialmente como almacén de cereales (cebada y trigo), con la aparición silos de planta rectangular con estructura de mampostería y barro, sistema que se sustituye por el almacenamiento en grandes vasijas y capachos de esparto en las fases de ocupación más recientes.
Las líneas de muralla más externas presentan unas características constructivas de gran interés por el desplome que experimentan sus paramentos hacia el interior de la fortificación, lo que plantea una serie de interrogantes sobre los sistemas constructivos del yacimiento y la dinámica de los mismos. En el interior del recinto delimitado entre las murallas exterior e intermedia se fueron construyendo a lo largo de la ocupación del yacimiento numerosos hornos de planta circular u oval con zócalos de mampostería y cubierta abovedada de barro, así como silos rectangulares para el almacenamiento de cereal.
La línea de fortificación más externa, circular y concéntrica a los sistemas de fortificación interiores, ofrece en su última fase de construcción un paramento ciclópeo de bloques de caliza. El acceso al interior de la fortificación desde el área del poblado se realizaba a través de pasillos paralelos a las murallas.
El hábitat se sitúa al exterior de la fortificación en un radio de unos 50 metros. Las viviendas ofrecen planta oval o rectangular, con zócalos de mampostería y alzados de barro con postes embutidos. Del interior de una de ellas procede un conjunto de vasijas de almacenaje de pequeño y mediano tamaño que formaba parte de un vasar situado junto a la puerta. Asociadas a las casas se documentan grandes áreas abiertas dedicadas a actividades de almacenamiento y a trabajos de producción, en las que se localizan una alta concentración de fosas y restos de hogares u hornos. En la campaña de excavaciones del 2005, se ha documentado una amplia superficie con grandes fosas rellenas de desechos, destacando un alto porcentaje de huesos de caballo, fundamentalmente pezuñas, huesos de las extremidades y mandíbulas que pueden proceder del descuartizamiento primario de estos animales.
La distribución de la necrópolis de la Motilla del Azuer coincide con el área del poblado, siguiendo un patrón corriente en la mayoría de las culturas de la Edad del Bronce Peninsular.
Los difuntos se inhumaban en posición encogida, dentro de fosas simples o en fosas revestidas por muretes de mampostería o lajas hincadas, que a veces se adosan a los muros de las casas o a los paramentos exteriores de la fortificación. Algunos niños se enterraron en el interior de vasijas. Los ajuares son escasos y poco representativos, salvo en casos excepcionales de individuos adultos enterrados con vasos de cerámica, un puñal de remaches de cobre arsenicado y un punzón de este mismo metal.
El estudio de los restos antropológicos muestra una representación completa de ambos sexos y de todos los segmentos de edad. Análisis especializados han permitido obtener información sobre las paleopatologías de esta población, que sufrieron procesos infecciosos relacionados con problemas de salubridad y estrés nutricional.
A partir de los resultados obtenidos en las excavaciones de la Motilla del Azuer, se deduce que estos yacimientos arqueológicos estaban ocupados durante la Edad del Bronce por un grupo reducido de población, que habitaría en las viviendas situadas en torno a la fortificación. La gran inversión de trabajo que implica la construcción y mantenimiento de sus murallas excede de las necesidades de los grupos que ocupaban este tipo de asentamientos. Todo ello unido a la regularidad de su implantación en el territorio y a la presencia de otros tipos de asentamientos contemporáneos, como los poblados de altura situados en las sierras vecinas, obliga a plantear la existencia de un sistema político con una importante jerarquización social.
El yacimiento se encuentra en varios periodos de excavación Y consolidación de los muros, se cree que hasta el 2011 no podrá ser visitado regularmente.
La excavación se encuentra cerrada al público, solo un día al año se permite con visita guiada, el día de los museos y parques arqueológicos.
Desde la rotonda sobre la Autovía A-43 hasta la Motilla del Azuer son 7,3 Kms de los cuales 3 kms son por camino de tierra, el resto por la antigua carretera N-430.
Partiendo desde rotonda sobre la Autovía A-43, acceder a la vía de servicio (antigua carretera N-430). Antes o junto al segundo puente sobre la A-43 sale un camino el cual cruza el río Azuer. Girar por el camino de la izquierda junto a los paneles indicativos del yacimiento y continuar 1,5 Kms hasta llegar a la Motilla de Azuer.
Fuentes:
Vídeo presentación Motilla del Azuer (Daimiel)