Tipo de Monumento: Laguna
Declaración Reserva de la biosfera: 1980
Superficie: 28 hectáreas
Dirección: Daimiel (Ciudad Real)
Visitable: Si.
Tipo de Monumento: Laguna
Declaración Reserva de la biosfera: 1980
Superficie: 28 hectáreas
Dirección: Daimiel (Ciudad Real)
Visitable: Si.
La laguna de Navaseca forma parte del cinturón de lagunas del entorno de Daimiel, a mitad de camino entre la población y el Guadiana y está integrada en la Reserva de la Biosfera “Mancha Húmeda”.
Se trata de una laguna de origen kárstico, originada como consecuencia de la disolución de las calizas miocenas y pliocenas en la superficie, lo cual dio lugar a numerosas dolinas y uvalas, depresiones subcirculares muy generalizadas en toda la comarca, algunas de ellas convertidas en lagunas endorreicas (La Nava, La Albuera, Escoplillo, Valdevao, ...). Esta laguna se sitúa sobre el Acuífero 23, el cual originaba un elevado nivel freático que posibilitaba el mantenimiento de una lámina de agua en Navaseca durante gran parte del año.
La sobreexplotación de las aguas del acuífero, intensificada sobre todo a partir de los años setenta del siglo XX, motivó el descenso de los niveles piezométricos en toda la comarca, al ser mayores las salidas que las entradas de agua en este sistema. Este balance hídrico deficitario ha sido el causante de la desecación de esta y otras lagunas cercanas, así como del nacimiento del río Guadiana –los Ojos-, muy próximo a la laguna de Navaseca.
La transformación de esta laguna en “filtro verde”, así como la anegación de la misma por parte de las aguas residuales, una vez depuradas supuestamente, procedentes de la EDAR de Daimiel, ha propiciado de nuevo la vuelta, por medios antrópicos, de las aguas a la laguna de Navaseca.
A unos 2 kilómetros de Daimiel, entre la ciudad y el río Guadiana, la laguna de Navaseca forma parte del conjunto de lagunas del término de Daimiel, siendo la única inundada en la actualidad. Es una de las lagunas que integran la Reserva de la Biosfera “Mancha Húmeda”
Humedal excepcional para la observación de la avifauna, acoge a una gran variedad de especies entre las que destacan los ánades, gaviotas, fochas, calamones y especialmente la escasa Malvasía cabeciblanca, y el Flamenco común.
La laguna está acondicionada con zona de aparcamiento, observatorios e itinerarios peatonales.
Es un magnífico enclave para los amantes de la ornitología y para los profesionales y aficionados a la fotografía, convirtiéndose en un referente por la riqueza y variedad de aves de la laguna
La laguna de Navaseca junto con el Parque Nacional de Las Tablas y el Centro de Interpretación del Agua y los Humedales del Manchegos en Daimiel, se convierte en itinerario obligado para los amantes de la naturaleza.
Antiguamente, la presencia de la laguna dependía de variaciones intermitentes del nivel del acuífero e incluso los bien intencionados intentos de utilizar sistemas verdes de depuración, resultaron más dañinos que beneficiosos para la existencia de esta laguna.
Todo eso ya ha pasado a la historia y ahora la depuradora de aguas residuales de Daimiel (Ciudad Real) juega un papel fundamental en la existencia de la laguna, además de encontrarse perfectamente integrada en el entono. Gracias a ella se ha logrado que una actividad antaño insalubre y molesta, sirva para generar ahora recursos medioambientales, sociales e incluso económicos.
Mientras que las zonas inundadas de las Tablas de Daimiel sufren fuertes fluctuaciones de agua provocadas por los periodos de sequía, en Navaseca el caudal constante de la depuradora permite mantener unos niveles estables de agua y, por lo tanto, de aves. Aquí no se dan casos como los ocurridos en las Tablas en el 2009, cuando se secaron por completo, llegando incluso a provocarse un incendio subterráneo. O los cuatros años consecutivos que llevamos de escasas aportaciones hídricas, que han dejado los niveles de inundación del Parque Nacional en una cuarta parte de su extensión. En cambio, en Navaseca, el aporte no depende exclusivamente de las lluvias, sino de las aguas residuales de Daimiel que, tras ser tratadas en la depuradora, son vertidas a la laguna.
En este punto es donde seguramente os hagáis la pregunta: “¿Y qué pasa con la calidad de las aguas?”
Hace años se inició un proceso que ha permitido llegar a los actuales excelentes niveles de depuración. Inicialmente, las aguas residuales de Daimiel eran vertidas en la zona de la actual laguna. El vertido se hacía en un filtro verde, conformado por una chopera, sin ningún tratamiento adicional. Estas condiciones no eran muy positivas para las poblaciones de aves. Primero, por la calidad del vertido. Segundo, porque la propia existencia de la chopera había eliminado la presencia de las lagunas.
En el año 1.998 se eliminó la chopera y se construyó la depuradora, diseñada para tratar 3.000 m3 de agua al día. Posteriormente, debido al gran desarrollo industrial de Daimiel, en 2008 se realizó una ampliación de la misma, aumentando su capacidad hasta 6.600 m3 de agua al día. Esta nueva instalación se dimensionó para una población horizonte de 72.958 habitantes, pudiendo tratar caudales punta de 8.500 m3 de agua al día.
Tras la construcción y posterior ampliación de la depuradora, se centralizaron todas las aguas residuales en ella, dándose un gran paso hacia la situación que disfrutamos ahora. Gracias a ella, se lograba optimizar la calidad del agua y se aseguraba un aporte continuo y suficiente para mantener la laguna permanentemente encharcada.
Posteriormente a la ampliación de la planta, se han ido realizando sucesivas mejoras en sus líneas y procesos de tratamiento con la finalidad de mejorar la calidad del agua vertida a la laguna. Estas mejoras han sido realizadas por el Ayuntamiento de Daimiel en colaboración con Aquambiente del grupo Suez, el actual gestor de la planta.
Adicionalmente a las mejoras en la planta, desde el año 2015, el Ayuntamiento de Daimiel ha realizado actuaciones sobre la propia laguna y su entorno, favoreciendo las condiciones naturales del humedal y el acceso de la población a este paraje. Estas actuaciones han consistido en la adquisición de una zona colindante y su interconexión con la zona original de la laguna, lo que ha permitido aumentar la superficie encharcada. También se ha acondicionado el entorno de la laguna mediante el arreglo de caminos, la instalación de paneles informativos y la construcción de observatorios de aves.
Esta labor de educación ambiental es fundamental para acercar la riqueza natural de la zona a todo el mundo.
En el año 2017 también se ha puesto en funcionamiento una balsa de tormentas que permite recoger el exceso de agua en los episodios de fuertes lluvias, con lo que se evita su vertido directo a la laguna o incluso al mismo río Guadiana. De esta forma, el agua queda retenida en la balsa, junto con todos los contaminantes del lavado de calles que son arrastrados por la lluvia. Posteriormente el agua se va tratando y limpiando en la depuradora antes de mandarla a la laguna.
Con todas estas actuaciones se ha conseguido que la depuradora sea capaz de tratar adecuadamente TODAS LAS AGUAS que llegan de la red de saneamiento de Daimiel, garantizando que el agua que se manda a la laguna sea de una ÓPTIMA CALIDAD.
Con todas estas actuaciones se ha logrado restaurar e incluso mejorar un ecosistema lagunar con una biodiversidad envidiable por cualquier otro sistema de este tipo. Con el valor añadido de que, debido a su cercanía y proximidad, cumple una función de divulgación y educación ambiental inmejorable. De hecho, es lugar de visita obligada tanto por los propios vecinos de la localidad como de los escolares de Daimiel, que realizan jornadas educativas en la depuradora y en la propia laguna. Por supuesto, es también un lugar de peregrinación para todos los amantes de la ornitología y la observación de aves.
Actualmente ha desaparecido la mayor parte de aquellos chopos, y se ha comenzado a desarrollar una vegetación arbórea de ribera que adquiere mayor porte y desarrollo en la parte norte de la laguna, donde destaca la presencia de tarays y olmos, además de algunos chopos residuales del antiguo filtro verde. Por otra parte, en el interior de la laguna se han desarrollado interesantes comunidades vegetales, fundamentalmente de especies helofíticas.
Actualmente se ha perdido la parte oriental de la laguna, ocupada por cultivos, mientras que en el sector occidental, tras la tala de la chopera (filtro verde) se está regenerando la vegetación, tanto herbácea como arbustiva y arbórea, debido a la presencia permanente de agua, si bien se trata de una vegetación muy alterada de tipo nitrófilo, adaptadas a esta agua altamente eutrofizadas.
Además de apreciar la simbiosis de la depuradora y el resto de infraestructuras hidráulicas con la laguna, la verdadera riqueza está en las cada vez más numerosas y variadas poblaciones de aves acuáticas. Dependiendo de la estación del año, pueden observarse, azulones, patos cuchara, fochas, garzas, ánsares, gaviotas, cercetas, y muchos más.
Aunque la reina de todas ellas es la malvasía cabeciblanca, muy bien acompañada de bandadas de majestuosos flamencos.
La población de malvasía es una de las más importantes que pueden observarse en el territorio nacional.
Mientras que las zonas inundadas de las Tablas de Daimiel sufren fuertes fluctuaciones de agua provocadas por los periodos de sequía, en Navaseca el caudal constante de la depuradora permite mantener unos niveles estables y, por lo tanto, de aves.
Se llega a ella por la carretera CM-412. Se toma el camino de 1,8 Km. hasta llegar a la zona de aparcamientos.
Fuentes: