José Balcázar y Sabariegos, Ciudad Real, 1872 - Ciudad Real, 10-03-1944. Profesor, historiador y escritor.
José Balcázar y Sabaniegos. Se trata de una importante personalidad cultural y política de la Ciudad Real finisecular y de los primeros años del XX.
Alumno de la Universidad de Salamanca a comienzos de la década de 1890.
En 1891 era el director de El Adalid Manchego, órgano del partido liberal dinástico de la provincia. Balcázar evolucionó desde el liberalismo hacia el conservadurismo.
Obtuvo el premio extraordinario en la licenciatura de Letras en 1894 y poco después el grado de doctor. Catedrático de Instituto, ocupó la cátedra en Ciudad Real, de donde era natural, en 1905. Fue director del Instituto, Cronista de la Provincia y Correspondiente de la Real Academia de la Historia.
En 1905, coincidiendo con el III Centenario de la publicación del Quijote, pronunció un interesante discurso que editó el Instituto General y Técnico del Ciudad Real.
El Instituto General Técnico fue inaugurado en 1843 gracias al esfuerzo y las gestiones del general Espartero. Su primer nombre fue Instituto de Segunda Enseñanza. En 1941 se cambió el nombre por el de Maestro Juan de Ávila (Masculino) y, en sus últimos años como Instituto, fue el Santa María de Alarcos (Femenino).
El edificio utilizado desde el inicio para albergar el Instituto fue el del antiguo Convento de la Merced en la calle Caballeros (había sido desamortizado antes) y allí permaneció hasta 1995. Actualmente este edificio alberga el Museo de Bellas Artes.
Curiosamente este Instituto fue el origen de nuestra biblioteca y en él surgió como Biblioteca Pública Provincial. En esa época se encontraba la biblioteca en un local situado en una nave en la planta alta del mismo edificio. Ya el año siguiente, 1922, se trasladó a una amplia sala del Palacio de la Diputación.
José Balcázar y Sabariegos fue el profesor que organizó el evento; nada extraño en él pues fue un precursor de las actividades extraescolares: organización de viajes, conferencias, eventos y excursiones. Era el catedrático de Literatura y daba clases de Latín y Castellano. Durante algunos tramos breves de tiempo llegó a ejercer de director del Instituto.
En su faceta docente destacaba por saber compatibilizar la exigencia con la tolerancia y por disponer un gran sentido pedagógico.
Además de dedicarse a la docencia fue escritor, historiador y periodista. Francisco Pérez en "Efemérides manchegas" le definía como "un hombre de gran personalidad, inteligente, avispado, con firme y docta preparación cultural, con decisión, nada tímido ni vacilante..., en él se unían la listeza y la audacia, la sólida cultura y la simpática jovialidad..., sin duda alguna una buena forma, -no voy a decir que la mejor-, de definir a un hombre que triunfó en el periodismo, en la docencia, en la vida social..."
Escribió también un estudio histórico-crítico sobre Hernán Pérez del Pulgar: el de las Hazañas, publicado en 1898 y, además de otras obras sobre literatura, dos muy interesantes: Memorias de un estudiante de Salamanca, prologado por Unamuno y La Virgen del Prado a través de la Historia, con prólogo de Cecilio López Pastor, donde da mucha información sobre Ciudad Real.
Con respecto al periodismo dirigió "El Adalid Manchego" y colaboró en periódicos como "El Adelanto", "El Imparcial", "El Labriego" o "La Tribuna"
Fue miembro de la Comisión Provincial de monumentos, concejal y diputado provincial.
Nombrado académico correspondiente español en La Mancha el 16 de abril de 1943.
Murió en Ciudad Real el 10 de marzo de 1944.
Fuentes: latribunadeciudadreal.es