Lorenzo Medrano y Treviño, Ciudad Real, 10-08-1787 – 11-04-1854. Teniente coronel de Ingenieros.
Ingresó en el Ejército en julio de 1802, en la clase de cadete en el Regimiento provincial de Ciudad Real. Estudió las matemáticas por su cuenta, entrando en el Cuerpo de Ingenieros como subteniente el 13 de julio de 1803. Pasaba de inmediato a continuar sus estudios a la Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares, y una vez terminados estos, ascendido a teniente, con fecha 25 de febrero de 1806 era destinado a la Dirección Subinspección del Cuerpo en Valencia.
Al conocerse en Valencia los sucesos del dos de mayo de 1808 en Madrid, se incorporó al ejército allí formado, en el que estuvo hasta septiembre de 1809, fecha en la que pasaba al Ejército de Cataluña al mando de una Compañía de Zapadores.
En los primeros momentos de la Guerra de la Independencia, se produjo el suceso denominado “Fuga de los zapadores”, consistente en que la mayor parte de los oficiales y tropa de la Academia de Ingenieros del Ejército de Alcalá de Henares abandonaba la ciudad con destino a Valencia, para sumarse a las tropas sublevadas contra los franceses. Tras penosas marchas, y pendientes siempre de la amenaza del francés, llegaron a Cuarte el 5 de junio. Mandó Veguer (sargento mayor, al mando de la unidad) al subteniente Manzanares con una carta para el capitán general. Aconsejado por el teniente del Cuerpo “D. Lorenzo Medrano”, marchó al domicilio del conde de Cervellón. Este le comunicó que los Zapadores deberían entregar las armas como lo había hecho ya la guarnición, a lo que el oficial contestó que su tropa perecería mil veces con ellas, antes que entregarlas.
Posteriormente, Medrano con el Ejército de Valencia se halló en la defensa del paso del río Júcar y posterior persecución del enemigo en retirada, en la batalla de los Campos de Tudela en noviembre de 1808, y en la larga y penosa retirada a Cuenca, de donde pasaba a Valencia. En esta región, el ayuntamiento de Segorbe solicitaba “acuerdo de la base para la fortificación de la comarca y que se comisione para la dirección de las obras al capitán de Ingenieros Lorenzo Medrano”.
Destinado al Ejército de Cataluña, participó en el socorro a la plaza de Gerona y posteriormente en la retirada de Alventosa (Aragón) a Valencia, ciudad donde estuvo, como comandante de Ingenieros de la División de Vanguardia, durante los primeros días de 1810, en los que los franceses estuvieron frente a la citada plaza. Asistió a las acciones ocurridas en junio de ese último año (1810) en las cercanías de Morella y en el sitio puesto a su castillo en siguiente mes. Concurrió, siempre en 1810, en el socorro a la plaza de Tortosa, y en mayo de 1811 se embarcó en Peñíscola con su División, para socorrer a la plaza de Tarragona.
Se halló en la retirada del reino de Aragón a Valencia y en la defensa del castillo de Murviedro (Valencia). Participó, siendo capitán y como único representante del Cuerpo de Ingenieros, en la defensa del castillo de Sagunto, del 23 de septiembre al 26 de octubre de 1811. Durante el asedio, fueron distinguidos en esta jornada “el Jefe de Ingenieros capitán D. Lorenzo Medrano, y el zapador Villalta, junto con otros jefes y tropa de otras Armas. Al respecto el comandante de Ingenieros Medrano reconoció la brecha, con el sargento de zapadores Aguirre, y aquel dio disposiciones para cubrir huecos del muro que resultaban en la parte inferior de la tablazon que servia de terraplén por el desprendimiento de piedras de sillería. El gobernador dio gracias á los defensores elogiando su asombrosa bizarría, declaró premios á los que se los ganaron”.
Las pérdidas propias fueron de 22 heridos y 15 muertos. Al capitular la plaza, fue hecho prisionero por los franceses.
Vuelto a España al terminar la guerra, era “justificado de su conducta militar y política” y destinado en septiembre de 1815 a la costa de Granada como sargento mayor de brigada. Había ascendido a teniente coronel de Ingenieros el 12 de septiembre de ese año. En 1817 servía en la Comandancia del Cuerpo en Navarra, donde seguía en 1821. En noviembre de ese año, obtenía a petición propia el pase a la situación de retiro en la plaza de Ciudad Real.
Autor: Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño